Amazon, Microsoft, Apple, Google, Facebook, NVIDIA y Oracle son las tecnológicas que marcan el camino. ¿Quién será el vencedor emulando el VHS y quién se convertirá en el nuevo Betamax?, se pregunta Xavier Ferràs, Decano asociado del Executive MBA de Esade.
Si hablamos de cuota de mercado de la industria digital, el ganador suele quedarse con todo, pero ¿quién va a llevarse el premio de la IA?
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La competencia es encarnizada y Amazon, Microsoft, Apple, Google, Facebook, NVIDIA y Oracle son los gigantes tecnológicos que marcan el camino. ¿Quién será el vencedor emulando el VHS y quién se convertirá en el nuevo Betamax? A priori, resulta difícil valorar cuál será la empresa que producirá el diseño que dominará el mercado, como pueden atestiguar los fans de los teléfonos Nokia.
Pero una investigación de Xavier Ferràs Hernández (Esade), Petra A. Nylund (University of Stugggart) y Alexander Brem (University of Stugggart y University of Southern Denmark), publicada en la revista California Management Review, ha revelado las dinámicas en el negocio de la IA y los posibles favoritos.
Los investigadores examinaron marcos de gestión anteriores y desarrollaron una síntesis teórica basada en una exhaustiva revisión bibliográfica para identificar los diseños y modelos empresariales que, predicen, van a controlar el mercado de la IA. Esto también les sirvió para formular importantes recomendaciones sobre cómo generar ventajas competitivas para empresas y directivos.
HAY BILLONES DE DÓLARES EN JUEGO
El cambio tecnológico promueve el crecimiento económico, y la IA es el mayor desarrollo tecnológico de toda una generación. Según un análisis de más de 400 casos de aplicación de 19 sectores, la IA generará entre 3,5 y 5,8 billones de dólares cada año, por lo que no es de extrañar que el ambiente esté caldeado. Sin embargo, todavía no está claro cómo se formarán las cadenas de valor ni cuáles serán los diseños que prevalecerán.
La historia nos ha demostrado que los diseños técnicos que adopta el mercado no son necesariamente los mejores. Para que la mayoría del ecosistema pueda incorporar una plataforma dominante, esta debe presentar un equilibrio entre arquitectura abierta e innovaciones cerradas. Los estándares cerrados, los sistemas demasiado específicos o personalizados o aquellos que requieren más recursos representan un obstáculo en la carrera. La innovación, tanto en los servicios como en los modelos de negocio, también desempeña un papel fundamental en quién se erige líder del mercado.
MERCADOS DISRUPTIVOS
La tecnología disruptiva, como su nombre indica, supone un cambio radical en los mercados. En las etapas iniciales hay una gran cantidad de configuraciones, y cada una tiene como objetivo distintos nichos. A la espera de que surja un actor dominante, las cadenas de suministro dudan a la hora de usar arquitecturas modulares verticales u horizontales.
Las industrias verticales se centran en las competencias clave y no impiden que entren otras empresas de la competencia en la cadena de suministro. Las industrias modulares buscan conseguir la eficiencia y el control mediante estrategias de verticalización, utilizando competencias clave, como procesadores, I+D y talento, que generan incentivos para la expansión vertical.
Dicha configuración modular es el punto en el que actualmente se encuentra la IA, y no existe una arquitectura dominante definitiva. Si se integrasen las principales figuras y sus procesos, es posible que surgiese el vencedor final.

EL MOMENTO DE PERFECCIONAR EL PRODUCTO
El mercado de la IA es fluido, está en un momento de infiltración en el mercado premasivo y todavía no tiene un claro vencedor. La experiencia nos enseña que, en esa fase, las start-ups se abren paso a empujones con las empresas establecidas.
Este periodo de inestabilidad termina cuando aparece un diseño aceptado por el mercado, como hizo IBM en el mercado de los ordenadores personales y Apple con su todavía omnipresente iPhone. En ese momento, la atención pasa a centrarse en perfeccionar dicho diseño, trasladándose de la innovación de productos a la innovación de procesos.
Por lo que se refiere a la IA, la competición por el diseño está aún en sus primeras etapas. Se espera que, con el tiempo, llegue al consumidor final integrando nuevos sistemas de interfaz hombre-máquina más sofisticados que tengan cada vez más capacidades sociales y habilidades de pensamiento estratégico.
Pero, aunque todavía falta para que eso suceda, el análisis de Ferràs y sus coautores señala un área de negocio clara para un mercado de masas: ofrecer IA mediante la nube.
LOS LÍDERES DEL SUEÑO
A finales de los años 80 y principios de los 90, cuando el mercado de los ordenadores personales se convirtió en un mercado masivo, Intel ganó la batalla de los fabricantes de chips. Su campaña “Intel Inside” hizo que saltase a la fama y se convirtiese en la unidad central de procesamiento (CPU) de referencia para el emergente mercado de los fabricantes de ordenadores.
Del mismo modo, los investigadores predicen que serán los líderes del mercado los que proporcionarán las instalaciones de supercomputación de IA. Los minoristas, los fabricantes y los proveedores de servicios se conectarán mediante terminales a futuras iteraciones de reconocimiento de imágenes, facial y del habla, generación de escritura y pensamiento estratégico.
Según Ferràs y sus coautores, estas instalaciones de supercomputación en la nube equipadas con GPU (unidades de procesamiento gráfico) avanzadas permitirán ofrecer la IA como servicio. El resultado será un escenario en el que los bienes de consumo estarán equipados con el equivalente en IA de “Google Inside”, “Amazon Inside” o “Microsoft Inside”.
Estos nombres tan conocidos, junto con Facebook y el gigante tecnológico chino Baidu, ya han abierto el código para desarrollar aplicaciones de IA para terceros mediante software de código abierto. Esta decisión ha generado un mercado horizontal de desarrolladores externos, de la misma manera que la CPU de Intel abrió la puerta a la producción masiva de ordenadores personales.
En la revolución de la IA, Intel sigue teniendo una cuota de mercado considerable, pero NVIDIA lidera actualmente la carrera de las GPU y proclama ser la líder mundial en computación de IA.

LA IA COMO UN SERVICIO EN LA NUBE
El modelo de negocio emergente parece ser este mercado de software como servicio (SaaS) o, en este caso, IA como servicio (AIS), a través de la nube. Amazon Web Services (AWS), que cuenta con bibliotecas especializadas de IA, tiene un valor de 130 000 millones de dólares EE. UU. y lidera el mercado mundial de la nube con una cuota del 32%. Azure, de Microsoft, que cuenta con más de 20 servicios cognitivos basados en la nube, tiene el 20%. Google Cloud, con sus bibliotecas de aplicaciones para procesamiento de imágenes, asignaciones de lenguaje natural, reconocimiento de voz y búsqueda inteligente de datos, entre otras cosas, tiene una cuota del 9%.
Apple favorece actualmente una estrategia de “dispositivo de usuario final”, en la que sus capacidades en la nube solo están disponibles en sus propios dispositivos. NVIDIA también ofrece soluciones en la nube, pero proporciona su inteligencia de máquina (IM) a través de plataformas en la nube de socios como Google, IBM, Microsoft y Amazon.
Con una tasa de crecimiento anual prevista del 18%, el mercado mundial de la nube crecerá hasta alcanzar los 1.026.000 millones de dólares antes de 2026.
PARA APROVECHAR LOS DATOS, HAY QUE APRENDER A MANEJARLA
Allí donde las tecnologías emergentes empiezan a liderar, el mercado laboral va detrás. En Estados Unidos, el mercado laboral de la ingeniería de IA creció un 344% entre 2015 y 2018. Amazon ya ha invertido 228 millones de dólares en talento especializado en IA, seguido de Google con 130 millones y Microsoft con 75 millones.
Y además de necesitar ingenieros especializados con la cualificación y la experiencia adecuadas, los directivos tendrán que garantizar la formación y el desarrollo a nivel organizativo para poder aprovechar las ventajas competitivas que crea la IA. Preparar a una empresa y a su personal para esto no es algo que se pueda hacer de un día para otro.
La IA como servicio proporciona a los directivos la capacidad de generar conocimientos obtenidos de la experiencia que no están contaminados por los sesgos de los seres humanos, y las posibles aplicaciones son ilimitadas. Las estrategias de datos estarán en la vanguardia de las operaciones y la toma de decisiones, con perspectivas y predicciones inmensamente mejoradas.
Todo ello se verá facilitado por la adquisición y el almacenamiento de big data y el diseño de los marcos informáticos necesarios para gestionarlo.
Si la IA se convierte (o más bien, cuando la IA se convierta) en un producto de consumo masivo, la calidad de los datos disponibles determinará qué empresas conseguirán tener una ventaja competitiva y cuáles se quedarán rezagadas.