Redacción TekiosPor Inaiá Selistre, analista de mercado brasileña. Es licenciada en Administración por la Universidade Estácio de Sá, y también certificada en Business Intelligence en la Escola Superior de Propaganda e Marketing-ESPM. Actualmente forma parte del equipo de Research y Business Intelligence para los mercados brasileño y portugués de Transactional Track Record.
Es notable el espacio -o más bien la atención- que ha ganado en la población la conciencia sostenible. Las últimas generaciones han traído flexibilidades y preocupaciones que hasta hace poco no se mencionaban (tan a menudo). ¿Las motivaciones? Los efectos globales.
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Empezamos a preocuparnos por la procedencia de la materia prima de nuestros productos, por la calidad de las fuentes de información que consumimos. Nuestras acciones están cada vez más ligadas a nuestros principios; las preguntas con las palabras cómo, por qué y dónde son cada vez más relevantes en nuestras elecciones. Somos grandes cuestionadores.
Por eso es imposible -o casi imposible- hablar de la nueva generación y no hacerlo sobre tecnología. Al fin y al cabo, han nacido y crecido juntas, y una influye en la otra casi inevitablemente. Es así como, junto con esta nueva era, la tecnología ha traído varios beneficios, y la sostenibilidad, sin duda, es uno de ellos.
Se sabe que la pandemia de Covid-19 trajo consigo varias necesidades para la población, algunas incluso desconocidas hasta entonces. Es dentro de este escenario que el número de emprendedores ha crecido en Brasil, según el informe Global Entrepreneurship Monitor de 2020, alrededor de 14 millones de personas en Brasil emprendieron el año pasado. Además, según datos de la Asociación Brasileira de Startups, en 2015 se registraron 4.151 startups, y en 2019, este número se elevó a 12.727. Es increíble el desarrollo del mercado.
Como consecuencia de la nueva necesidad, la sostenibilidad está ganando espacio para discusión y oportunidades de nuevos negocios. No es de hoy que la tecnología sea la «niña de los ojos» a la hora de innovar y entrar en un determinado segmento. Entre las diversas soluciones que se ofrecen en el sector, cabe destacar a las fintechs, que resaltan por su capacidad de atender esta necesidad y los resultados sostenibles que hoy requieren los individuos.
Las fintechs aportan varios impactos positivos en este entorno, como la reducción de costes y la efectividad. Como lo demuestra uno de los mayores ejemplos de cómo el mercado de la tecnología financiera en Brasil ha crecido y ganado su espacio, el exitoso banco digital Nubank, uno de los unicornios brasileños que ya se encuentra en una extensión de su ronda de financiación serie G, que se realizó en enero de este año, y que acaba de anunciar que buscará una valoración de US$50.600 millones en su salida en la Bolsa de Nueva York.
Como efecto del aumento del número de nuevas startups en los últimos años, también han surgido oportunidades para que las fintechs innoven en el mercado, con las llamadas fintechs de crowdfunding, las famosas plataformas de financiación colectiva.
Según los datos del TTR (Transactional Track Record), de enero a septiembre de 2021, se realizaron 40 aportaciones de capital a través de plataformas de crowdfunding. Es decir, además de todos los beneficios ya mencionados, las fintechs trajeron comodidad y facilidad para el inversor, por no hablar de la accesibilidad para que nuevos inversores potenciales entren en el juego.
Con el crecimiento registrado del 206% de las startups, entre 2015 y 2019, el mercado de fusiones y adquisiciones, como reflejo, también ha aumentado y las fintechs, una vez más, han demostrado su potencial. Según datos de TTR, en Brasil, de enero a septiembre de 2021, se han realizado 56 rondas de financiación por parte de fondos de venture capital en fintechs, lo que representa un incremento del 86% en comparación con el mismo periodo de 2020.
El mercado de la tecnología financiera es promisorio, sin duda. Y no es de extrañar que Brasil se convierta cada vez más en un ejemplo para muchos países en cuanto a su centro tecnológico, ¿verdad?, mientras no dejamos de hacernos preguntas, como ¿cuáles son los próximos pasos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuáles serán las inspiraciones de las nuevas generaciones?
Tal vez aún sea pronto para tener estas respuestas, pero al menos sabemos que el camino para encontrarlas será mirando de frente a la sociedad, para entender sus patrones de comportamiento, sus preferencias y, principalmente, necesidades que generen nuevas soluciones. Una cosa es cierta: vivimos en constante transformación e innovar siempre será necesario.
