El español Rodrigo García de la Cruz ha trabajado desde hace más de una década por la integración de los ecosistemas tecnológicos en Iberoamérica. Su última aventura es MatchGPT, una herramienta IA que se integra a la plataforma de Finnovating para facilitar y acelerar las conexiones B2B.
Finnovating está inspirada en Linkedin “y también en Tinder, pero para startups”, sentencia el español Rodrigo García de la Cruz sobre su plataforma que busca que todos los actores de los ecosistemas tecnológicos puedan encontrarse y acelerar los procesos de colaboración, co-creación e inversión.
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La integración es una búsqueda que ha pasado por varias etapas en el recorrido de su fundador. Antes de Finnovating, García de la Cruz, que venía del mundo de la banca, montó un programa de formación en fintech en 2012 y creó una red de profesionales interesados en la revolución del sector financiero que se avecinaba: “Atraje a mucha gente clave en su momento y formé a muchos alumnos; muchos ellos hoy son socios, amigos o empleados”, recuerda.
Fue de los primeros que mapeó los ecosistemas tecnológicos en América Latina y también de los primeros que se dio cuenta que era necesaria su integración. Además, que España podía ser el puente para acercar la región con los ecosistemas europeos.
Antes de que las diferentes asociaciones locales de fintech se consolidaran, él ya había ayudado a fundar la Alianza Fintech Iberoamérica que “busca fomentar el desarrollo del ecosistema fintech a nivel internacional, con un enfoque colaborativo, que impulse el emprendimiento y la inclusión financiera”. García de la Cruz también es fundador de la Asociación Española de Fintech e Insurtech y de la European Digital Finance Association.
Otra de sus iniciativas iniciales, las Finnovating Unconferences, “encuentros privados entre startups que se lleva a cabo en diferentes países”, se han convertido con los años en el escenario ideal para el networking del más alto nivel. “En Madrid tuvimos 250 asistentes, de los cuales 200 eran CEOs y fundadores de compañías fintech e insurtech nacionales e internacionales. Eso, difícilmente, lo vas a encontrar en cualquier otro evento del mundo, afirma.
Conversamos con Rodrigo García de la Cruz, dos meses después de lanzar MatchGPT, una herramienta de IA con un alcance global y multisectorial que pretende ser el epítome del propósito integrador de Finnovating.
–¿Cómo llega un ingeniero industrial de robótica al sector fintech?
-Como se dice por mis tierras, “la cabra tira al monte”. Empecé haciendo ingeniería, pero me gustaban las finanzas. Cuando empecé a estudiar, trabajé en tecnología, luego terminé trabajando en banca y finanzas por casualidades de la vida. Después de unos años de trabajar en entidades financieras, en Santander, en Barclays, en City, hice un máster que cambió mi vida por el proyecto final. Trataba sobre el impacto del mundo de la tecnología en la banca en 2011. A partir de ahí descubrí el mundo fintech y vi claramente el impacto que iba a tener la tecnología en el sector financiero. Decidí entrar de lleno y empecé con iniciativas personales.
-Una decisión que imagino te llevó a la creación de Finnovating.
-Así es. En 2015, me junté con unos socios para invertir en startups fintech y empezamos a hacer las Unconference, un espacio donde reuníamos a CEOs y fundadores de compañías fintech. Alrededor de ese mismo año tratamos de hacer los primeros mapas de startups con la intención de invertir.
Creamos Finnovating como el espacio donde se iban a analizar esas compañías, la creación de los mapas; conocimiento de los ecosistemas, en general. La valoración de las startups nace en Finnovating como un espacio para dar servicio a un vehículo de inversión. Pero en dos años invertimos el objetivo, porque, posteriormente, muchos de esos inversionistas, que eran directivos de entidades financieras y aseguradoras, nos pidieron ayuda para innovar, para colaborar. Y entonces, de manera orgánica, empezamos a asesorarlos, buscándoles partners, haciéndoles scouting.

LA VISIÓN INSTITUCIONAL Y TRANSATLÁNTICA
-Por esa misma época crean la Alianza Fintech Iberoamérica.
-Todo eso fue evolucionando y nace la escisión o la ramificación más institucional, porque vimos que había una necesidad regulatoria y montamos la Asociación Española de Fintech. En uno de mis viajes conozco al presidente de la Asociación de México y al de la de Colombia, y les propongo hacer una alianza a tres bandas. Eso fue un café, y en dos meses ya éramos siete u ocho asociaciones; en seis meses éramos diez y firmamos el acuerdo en Uruguay en 2017. Yo fui el primer presidente y luego ha ido rotando por todos los países de Iberoamérica.
–¿Cuáles eran los objetivos iniciales con que se creó la Alianza?
-Por un lado, compartir casos de éxito, generar conversaciones con las instituciones pertinentes, tipo Instituto Iberoamericano del Mercado de Valores, con el BID y crear un estándar del sector iberoamericano.
Y también fortalecer la relación España, principalmente Madrid, como puente con Europa. La conexión con Latinoamérica está más consolidada que nunca porque hay un tráfico de personas, talento e inversión.
–¿Qué tan involucrado siguen ustedes en la Alianza?
-Yo presidí el primer año, luego estuvo México, Brasil, Colombia, Chile, Argentina; somos 17 países. Cada 15 días tenemos una reunión donde ponemos encima de la mesa todo tipo de iniciativas. Tenemos eventos cruzados con otras asociaciones y trabajamos mucho con el BID para temas de regulación.
Por ejemplo, con respecto al sandbox español del que fuimos promotores desde la Cámara de Fintech de España, hemos podido compartir nuestra experiencia. También hemos compartido con Chile la parte de open banking, también con Colombia. Europa es un buen espejo para inspirarse en temas regulatorios.
–¿También creaste algo parecido en Europa?
-En 2019, montamos European Digital Finance Association, la réplica europea de esta experiencia latinoamericana con una conexión directa con la Comisión Europea.

HACIA UNA PLATAFORMA GLOBAL
–¿Cuándo pivotea Finnovating a esta plataforma que vemos hoy?
-Cuando nos damos cuenta que la necesidad de conectar corporaciones con startups e inversionistas es cada vez mayor y cada vez es más ineficiente, porque hay más compañías, más volatilidad de negocios; todo va cambiando, los mapas se desactualizan, las compañías y bancos quieren más compañías globales.
En 2019, además, antes de la pandemia, nos dimos cuenta que el modelo, como estaba, no era escalable. Teníamos que hacer algo que fuera realmente global.
Llega el 2020, la pandemia, y decidimos aprovechar el momento para crear esta plataforma inspirada en LinkedIn, pero también inspirada en Tinder: ayudar a todas las compañías, a todas las startups, a tener visibilidad, a hacer negocios, y por otro lado, a las corporaciones a ser capaces de ver que soluciones necesitan y que soluciones tienen para conectar con ellas.
Por otro lado, trabajamos para que también las startups puedan acceder a los mejores proveedores legales o de ciberseguridad, o lo que necesiten. Siempre con un ángulo muy colaborativo y global.
Desarrollamos la plataforma a finales de 2021 y salimos con la ventaja de que contábamos con una comunidad que habíamos ido construyendo, a través de las Unconference, de más de 3.500 compañías fintech, insurtech, en diferentes países, lo que nos permitió generar lo más complicado en una plataforma que es que haya suficiente volumen como para que existan conexiones entre los participantes.
–¿Ahí despegó el crecimiento?
-A partir de ahí hemos ido creciendo de una manera exponencial. Tenemos compañías de 125 países, casi 2.000 compañías de la India, más 1.500 de Estados Unidos, 1.300 de México, mil y pico también de Colombia, más de 2.000 de España. Diariamente se incorporan unas 70 a 80 startups a la plataforma.
–¿La visión latinoamericana se reemplaza por una visión global?
-Sí, tenemos compañías identificadas de 180 países, registradas de 125; salvo China, que es muy difícil de mapear, tenemos mapeado prácticamente todo el mundo. También hemos ido abriendo otros sectores con la complejidad que tiene eso.
–Otros sectores además del fintech?
-Muchas veces una compañía fintech ha dejado de ser fintech. O dejado de ser insurtech. Una compañía fintech puede entrar en tema de seguros. La compañía de seguros puede hacer temas de proptech, puede hacer temas de finanzas. Una de proptech puede hacer temas de movilidad para hogares…
–¿Todo eso vuelve más compleja la labor?
-Esto va de diferentes tipos de startups, de scaleups, de gobiernos, de inversionistas, de empresas, de asociaciones, de prácticamente de todo y en todos los países. Es un modelo complicado porque estamos entrando a replicar, con todos mis respetos, a LinkedIn, pero más orientado al matching y al B2B. Lo más bonito es cuando te das cuenta que ayudas a las empresas a seguir trabajando.
–Me imagino que en todo esto hay una respuesta a la tendencia del Embedded Finance
-Es uno de los temas de los que más se habló en la Unconference en Madrid: Embedded Finance y Embedded Insurance. Porque es un proceso natural dentro de lo que ha sido el mundo fintech, que ha ido al B2B, al SaaS y del SaaS directamente al embedded. Es decir, tú quieres trabajar con corporaciones, los “softwerizas” y luego ya lo incorporas directamente en la cadena de valor de las compañías.
Para mí este es un proceso natural que ha existido y que ahora ya no es una API con SaaS, sino ya es directamente integro dentro de la cadena de valor de la corporación o de cualquier tipo de compañía, cuando realmente aporta un valor diferencial. Esa es la gran palanca de crecimiento en este momento.
-¿Con este nuevo modelo de Finnovating ya no existe el obstáculo que no los dejó escalar en sus inicios?
-Se escala mucho más rápido, sin duda. Del año pasado a hoy multiplicamos por cinco todos los KPIs de crecimiento de la compañía, algo que es inaudito en otro modelo.
La innovación no tiene barreras. Una compañía de México, de Uruguay, de Perú, de Brasil, de Ecuador, de Chile, perfectamente puede estar vendiendo sus servicios a una compañía americana, española o francesa y viceversa. Entonces, yo creo que esa es la única forma: hacerlo global. Yo no puedo montar una plataforma global en local; si quieres ser el “place to be”, tienes que hacerlo de esa manera.
-¿Cómo combinar esa manera de hacer comunidad con la monetización?
-La única forma de poder crear una comunidad es dando acceso lo más gratuito posible. Y para eso hay que tener cierto pulmón. Además, tienes que intentar ser capaz de no monetizar algo que no es monetizable, porque si no pierdes la magia de la comunidad. Entonces, buscamos siempre ese balance entre la monetización y la generación de valor a los usuarios.
LinkedIn, por ejemplo, no te cobra por estar. Nosotros estamos invirtiendo mucho para crear esa comunidad y al que cobramos es al que quiera hacer negocio dentro de la comunidad. Y también estamos trabajando con algunos gobiernos con la plataforma marca blanca para que la puedan utilizar y conectar sus comunidades locales o regionales.
–¿Cómo funciona eso?
-Cerramos recientemente un caso con el equipo con Invest in Bogotá, un acuerdo para que ellos tengan la plataforma marca blanca. Las compañías entran con su marca y pueden generar su propia comunidad, pero que está conectada con el resto de la comunidad. La ventaja, en este caso, es que cuando entran las compañías de Colombia, conectan entre ellas y traen inversionistas que están también conectadas con el resto de la comunidad global.
ECOSISTEMAS VISTOS DESDE LA MADRE PATRIA
–Desde tu perspectiva, ¿hay algún país latinoamericano que te haya sorprendido de su desarrollo en el sector fintech y en ecosistemas digitales en general?
-Si hablamos de Latinoamérica, Brasil es un monstruo. Tiene una ventaja y una desventaja, que es tan grande que no necesita salir fuera, entonces, muy pocas compañías se internacionalizan y muy pocas compañías entran en Brasil. El siguiente por tamaño es México. Tiene un tamaño para competir de tú a tú con Brasil y está creciendo mucho. Pero si tuviera que destacar uno, sería Colombia. La gran capacidad que tienen de crecimiento lo convierte en un líder, en un hub. Ha sabido entender muy bien el potencial del mundo del sector fintech. Y luego, obviamente, están Chile y Argentina. Argentina tiene muchísimo talento; Chile es uno de los países con más potencial de crecimiento. Igualmente Perú.
–¿Y cómo ves la integración de esos países ya que tienes ese contacto directo con sus asociaciones?
-A nivel de negocio y a nivel de emprendedores, la integración es total. Si lo comparas con Europa, este tiene un mandato común, un mercado común y una regulación común que a veces hace que sea muy lento y complejo, pero que luego tiene sus ventajas a la hora de escalar. En Latinoamérica todavía no hay esa estandarización, esa integración de regulaciones. Desde la Alianza, desde el Instituto Iberoamericano de Mercado de Valores, como también desde el BID se está trabajando precisamente por esa alineación.
LIDERAR LAS CONEXIONES B2B A NIVEL GLOBAL
–¿Como entra MatchGPT en el modelo de Finnovating? ¿Es otro pivoteo?
-Nos dimos cuenta que nosotros somos datos porque utilizamos algoritmos de matching para conectar a las startups, para conectar las compañías, para conectar las necesidades y, además, porque somos entrenamiento de comportamientos. Y dijimos, esto es GPT. Nos pusimos a trabajar, pero con un ángulo inicialmente de prueba de cómo se puede utilizar el GPT para el mundo B2B con unos resultados muy interesantes. Nos dio la pista de hacia dónde teníamos que ir, pero no como una propuesta diferente, sino absolutamente complementaria.
–¿Complementaria?
-Con todo el equipo de datos y de inteligencia artificial fuimos capaces en muy poquitos meses de crear nuestro propio “ChatGPT” que llamamos MatchGPT. La clave está en que utilizamos única y exclusivamente nuestra data. Ese es el punto diferencial. Lo que estamos haciendo es algo que ellos no pueden hacer porque ellos tienen información genérica. Conceptualmente, la plataforma es la web, es nuestra web, es donde las compañías hacen negocio, están subiendo información que buscan, necesitan, conectan, transaccionan, buscan, suben noticias. Es nuestra web. Y de nuestra web hemos creado como si fuéramos el buscador del lenguaje natural.
–¿Cómo funciona esto para una startup?
-Una compañía mexicana, por ejemplo, que estaba buscando lanzar su fintech en España nos contaba que había estado tres meses preparando un proceso con diferentes players. Sacó un listado de compañías con las que tenía que conectar y coincidía bastante con nuestro resultado inmediato. Haces un clic y conectas directamente con la plataforma. En función de tu actividad en la plataforma vas a aparecer en las búsquedas o en los resultados, y todo con un lenguaje natural. Cada compañía que te da o cada servicio que te da o cada oportunidad de negocio que te da, está vinculada a la plataforma.
Cuando tú le das todo ese conocimiento, 100.000 perfiles de compañías con 100.000 descripciones, con el comportamiento y demás, le puedes preguntar: “¿cómo ves el futuro del sector fintech en Portugal?”, o “dime cómo está el sector proptech en Singapur”. A veces puede ser un poco genérico, pero otras veces te da unas pistas espectaculares de lo que está pasando.
–¿No hay algo parecido en el mercado?
-Es una versión 1.0 y no hay nadie que ha hecho algo parecido. No hay alguna aplicación GPT sobre su propia data y que esté abierto. No existe. Todo lo que hay está en base a Chat GPT y a unas APIs. Es un hito importante crear algo de inteligencia artificial con el poder de GPT, con un lenguaje natural y que además esté ubicado y enfocado en ayudar al mundo B2B, al mundo de las startups, de las fintech o de las de las corporaciones a crear conexiones mucho más rápidas.
Al día de hoy, si una compañía quiere vender por B2B tiene pocas opciones: hacer eventos, anunciarse en Google o conseguir leads de LinkedIn o Facebook. No tiene muchas más opciones para hacer esas conexiones. Y, además, LinkedIn cada vez se ha convertido más en un espacio más como Facebook, donde la perspectiva de negocio está siendo dirigida cada vez más al personal Branding.
MatchGPT pretende ser esa guinda que conecta todo. Y es que si no tuviéramos una comunidad, no puedes crear un GPT como este. El GPT en general va a cambiar en los próximos años la forma de encontrarnos y comunicarnos.
–¿Cuál es la visión de Finnovating de aquí a cinco años?
-Nosotros queremos ser parte de la nueva reinvención de Internet. Internet se está reinventando y la forma de buscar y conectar va a cambiar para siempre. Nosotros queremos ser parte de ese cambio y nosotros queremos ser los que lideremos las conexiones B2B a nivel global, los que conectemos las compañías tecnológicas con las compañías de servicios, con las corporaciones, a nivel global. Tenemos las cartas para poder jugar. Si encontramos el talento adecuado para conseguirlo, seguro que estaremos ahí.