Por María Victoria Puentes Cosmelli, CEO Manager Software.
Según la previsión de International Data Corporation (IDC), la industria del software crecerá sobre 13% este 2023. Esta cifra es decidora si la comparamos con las proyecciones para la economía chilena para este ejercicio. Para marzo de 2023, según el Banco Central, el crecimiento se ubicará en un rango de entre 0,5 y -0,5%, como establece el último Informe de Política Monetaria.
Suscríbete a nuestro newsletter
Para muchos esta cifra permite afirmar que este año no será fácil.
La historia se repite y no es de extrañar que estemos comentando lo mismo a inicios de 2024 y lo propio durante los ejercicios siguientes. Al final del día, la única certeza es que justamente no existen certezas.
Vemos una vez más escenarios donde las tensiones geopolíticas, los vaivenes económicos y los conflictos sociales se hacen presentes de manera sostenida. Y seamos claros: no es algo que nos deba sorprender.
Pero lo que sí sorprende es que pese a las auspiciosas proyecciones de crecimiento tras la adopción de nuevas tecnologías, debamos seguir recordándole a algunas empresas la importancia y la necesidad imperiosa de incorporarla como aliado estratégico para la definición de sus procesos; junto con la mejora continua como dos ejes centrales para estimular el crecimiento y el aumento en la rentabilidad en el largo plazo, todo esto en medio de la incertidumbre en las que seguiremos navegando.
Esperar que el contexto mejore no es razonable para postergar decisiones esenciales en la gestión del día a día. La clave está en anticiparse hoy, en repensar el modelo de negocio e incorporar las herramientas tecnológicas que actualmente permiten optimizar y gestionar procesos de forma eficiente. Seguir esperando es dar ventaja y perder grandes oportunidades.
No hay tiempo que perder. Las decisiones deben tomarse ya, de manera rápida y acelerada si lo que se quiere es generar crecimientos exponenciales.
Un día más sin tecnología es un día menos de oportunidades. ¡No esperen más!