Por Sandra Díaz, Directora de Valor Humano de WOM.
Durante 2021, la matrícula femenina en carreras de tecnología como ingeniería, computación, electrónica, mecánica y otras, solamente alcanzó un 20% en Chile. Esta cifra, del Consejo Nacional de Educación, demuestra que queda mucho por hacer para disminuir la brecha de género en las carreras de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC).
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El reto es desarrollar un modelo educativo basado en equidad de género que nos lleve a un progreso y fortalecimiento de la sociedad. Para esto, debemos democratizar la información desde el colegio para que sepamos desde niñas que no tenemos límites para el conocimiento. Además, se debe asegurar la oportunidad de acceder a las TIC para desarrollar habilidades para utilizarlas, ya sea desde aparatos tecnológicos accesibles, hasta una buena conexión de internet en zonas rurales y alejadas.
Si bien, según cifras de The Economist Intelligence Unit de 2019, “en términos de brechas de género en el acceso y uso de las TIC, América Latina y el Caribe se encuentra mejor posicionada que otras regiones en desarrollo del mundo”, por encima del Sur de Asia y la África subsahariana, sabemos que eso no es suficiente. Por eso los despliegues de Fibra Óptica Nacional (FON) y de la red 5G son tan relevantes para nuestro país, permitiendo que aumente la calidad de vida de los habitantes a través de la inclusión digital.
Sabemos que la accesibilidad es el primer paso para erradicar cualquier tipo de brecha, por lo que entendemos que emparejar la cancha digital permitirá una reducción también en los índices de inequidad de género. Sin embargo, garantizar el acceso no es la única acción necesaria en materia de inclusión de las mujeres en las TIC. Se necesita del trabajo de todo el ecosistema empresarial para disminuir la brecha de género en el área.
¿Cómo? Las empresas podemos liderar este cambio desde el ejemplo. Necesitamos aplicar prácticas inclusivas para poder atraer a más mujeres dentro de las funciones que se requieren en las tecnologías y fomentar su empoderamiento. Tenemos que ser conscientes de que las organizaciones ocupamos espacios públicos y privados donde no sólo creamos recursos, sino que también aportamos ideas para un mejor desarrollo del país. Hagamos el cambio juntos y juntas.