Roberto Vargas es el nuevo presidente de la Alianza Fintech Iberoamérica y de la Asociación Fintech Perú. En conversación con Chocale.cl, habló del impacto transformador de las fintech en la economía regional y su rol como aceleradoras de progreso y políticas públicas.
La Alianza Fintech Iberoamérica, agrupación que reúne a las asociaciones fintech de cada uno de los países de la región, tiene un nuevo liderazgo: Roberto Vargas, quien asumió como presidente esta semana.
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Con más de 2.600 empresas fintech generando innovación y empleos, la alianza representa un ecosistema diverso y dinámico que incluye a gigantes como España, Brasil y México, así como mercados emergentes como Perú, Chile, Colombia y Argentina.
Vargas es también fundador y CEO de Betriax, startup financiera que busca impulsar la inclusión financiera en el negocio de las divisas, y desde 2020 es presidente de la Asociación Fintech del Perú.
En conversación con Chócale durante el Argentina Fintech Forum 2023, subrayó el papel de las fintechs no solo en la evolución del sector financiero sino también como aceleradoras de políticas públicas y de inclusión financiera.
“Son aceleradoras de progreso tecnológico”, dice Vargas, destacando la capacidad que tienen para impulsar cambios económicos y políticos significativos en la región. Su visión trasciende la noción de que las fintechs están limitadas al ámbito financiero. Las describe como “partículas cargadas” con un gran impacto político, social y económico.
Su plan de acción se centra en la aceleración y en impulsar las finanzas abiertas, un concepto que va más allá de la regulación y se basa en acuerdos estratégicos entre el sector privado.
“Vamos a acelerar como buenos founders y a tratar de impulsar al máximo y hacer nuestro mejor esfuerzo para que sucedan las finanzas abiertas en toda la región”, adelanta Vargas.
La colaboración entre bancos y fintech es fundamental en este empeño, y Vargas hace un llamado a los bancos a adoptar un nuevo mindset, a reconocer el potencial de las fintechs como creadoras de mercados y a co-crear valor en un entorno de confianza y transparencia.
Un ejemplo de esta colaboración es la asociación con Alfin Banco en Perú, un pequeño banco que adoptó un modelo de banking as a service, permitiendo a las fintechs del gremio utilizar sus licencias. Esto, para Vargas, es un atajo hacia un desarrollo institucional más profundo en toda la región.
“Estas propuestas no se ven todos los días en la región y tampoco suenan mucho, pero son muy potentes porque los efectos y resultados posteriores van a ser efectos de la capacidad de co-creación tanto de la fintech en su relación con el banco”, dijo.
Este artículo es gentileza de Chócale.cl. Suscríbete a su newsleter semanal aquí.