Por Raul Peñailillo, director de Ventas y Operaciones Hughes Chile.
Los satélites, los monitoreos desde aeronaves, los globos meteorológicos y las boyas oceánicas, junto con modelos de pronóstico sofisticados, permiten a los científicos y las autoridades rastrear algunas catástrofes naturales casi desde el momento en que se originan.
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A pesar de toda esta anticipación y la información con la que se dispone, tanto el gobierno central como los gobiernos regionales se enfrentan en Chile a enormes desafíos al gestionar su respuesta ante los desastres, como acaba de acontecer con el temporal que azotó la zona centro sur del país.
Las redes de comunicaciones confiables son esenciales para brindar ayuda a quienes la necesitan, pues permiten mantener comunicadas a las personas y coordinar los muchos servicios requeridos frente a una emergencia. Los desastres naturales suelen ocasionar cortes de energía, inhabilitar torres de telefonía celular y volver inoperables las redes telefónicas, lo que genera que la comunicación y las coordinaciones de rescate se dificulten justo cuando más hace falta.
Frente a este escenario, es fundamental trabajar con tecnologías que permitan asegurar una permanente comunicación en medio de la emergencia. En ese sentido, la disponibilidad de servicios satelitales es vital para entregar un respaldo confiable.
Los satélites de órbita geoestacionaria (GEO) están a más de 35 mil kilómetros de la Tierra, lejos de los cables eléctricos que se caen y de las torres de telefonía móvil dañadas por los efectos de un temporal. Tras décadas de rendimiento comprobado, los satélites GEO siguen siendo una opción estable y asequible para la conectividad durante una emergencia.
Hoy en día, nuevos sistemas LEO también están empezando a operar para ofrecer una alternativa de conectividad satelital. Estos satélites orbitan además de modo seguro por encima de la zona afectada por un desastre natural en tierra. No obstante, como su nombre lo sugiere, operan aproximadamente a sólo entre 960 y 1,600 Km de la Tierra, lo que implica una opción de menor latencia (comparado con los satélites GEO), hecho que puede ser ventajoso para ciertas aplicaciones.
Así, las autoridades cuentan con opciones disponibles para planificar su respuesta ante desastres que están evolucionando y mejorando rápidamente. Desde los probados y comprobados satélites GEO, hasta los nuevos servicios y tecnologías LEO, la industria de las comunicaciones está ayudando a reducir las barreras que enfrentan los equipos de respuesta inmediata durante los desastres naturales. Es vital que las agencias gubernamentales que planifican su respuesta se mantengan muy bien informadas sobre la disponibilidad de estos nuevos recursos para adaptar su plan a cada región, requisitos y presupuestos.