05/07/2023

BID Lab analiza la salud mental del ecosistema de startups de A. Latina: burnout severo en 3 de cada 10 emprendedores

El hallazgo es parte de su publicación "El Factor Invisible", un estudio exploratorio basado en entrevistas a un grupo diverso de fundadores, para entender y visibilizar la situación del bienestar y la salud mental en el ecosistema emprendedor de alto impacto.
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El hallazgo es parte de su publicación «El Factor Invisible», un estudio exploratorio basado en entrevistas a un grupo diverso de fundadores, para entender y visibilizar la situación del bienestar y la salud mental en el ecosistema emprendedor de alto impacto.

Convertirse en un emprendedor de alto impacto en América Latina demanda grandes sacrificios. Para el BID Lab, serlo es similar a los deportistas de alto desempeño, en la magnitud de los desafíos que enfrentan, así como en las capacidades y habilidades, en cierta forma entendidas como extraordinarias, que deben desplegar.

El destacado crecimiento del ecosistema en la región (en 2021 recibió una financiación récord de US$19.500 millones) ha generado un ambiente de alta tensión e incertidumbre en los emprendedores para poder mantener o hacer crecer sus iniciativas sin descuidar el compromiso laboral con sus equipos, explica el estudio. «El hecho que este desafío personal muchas veces parezca invisible y se suela enfrentar en solitario, por estigmas o prejuicios, hace que el sector sea mucho más propenso a sufrir dolencias en bienestar y salud mental, como estados de ansiedad, fatiga, depresión o agotamiento generalizado (síndrome de burnout), en comparación con la población en general», agrega.

Para el laboratorio de innovación, estos emprendimientos de alto impacto son una parte esencial de las economías dinámicas de nuestros países. «Sin embargo, en muchos casos, estos/as emprendedores enfrentan circunstancias y desafíos muy particulares de la región. A las presiones cotidianas asociadas con factores financieros, operativos o de sostenibilidad, se suman contextos políticos, económicos y sociales muy cambiantes, así como recientemente los duros impactos por la COVID-19, que demostraron la necesidad y la pertinencia de visibilizar y atender el tema de bienestar y salud mental, un tema ausente por mucho tiempo de la agenda pública de América Latina y el Caribe».

Con el fin de revisar la situación actual, el BID Lab realizó un estudio de carácter exploratorio, entre octubre y diciembre de 2022, utilizando metodologías cuantitativas y cualitativas e identificó una muestra de 400 emprendedores/as de alto impacto que pudieran representar la diversidad del ecosistema regional para reflejar lo que potencialmente afecta a una mayor parte del ecosistema.

Como hallazgo general en este ejercicio de investigación, el BID Lab confirmó que «se refleja una situación actual en los/las emprendedores de alto impacto de la región que estaría generando una afectación relacionada a su bienestar psicológico y subjetivo, mostrando niveles diferenciados en cuanto al malestar psicológico, los síntomas de burnout y la satisfacción con sus emprendimientos».

En Tekios mostramos estos indicadores y hallazgos y reproducimos el mapeo de las iniciativas (organizaciones y startups) que se han creado en la región para atacar esta problemática.

LA SALUD MENTAL, UN ASUNTO PENDIENTE

Un estudio sobre burnout de la empresa Betterfly, de 2022, que encuestó a 4.000 trabajadores de la región en siete países (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México y Perú, más España), mostró que el 54% de los empleados sufre agotamiento laboral y que eso está teniendo diferentes impactos en sus vidas.

Hablando específicamente del mundo del emprendimiento, un estudio realizado por Ute Stephan, investigadora del King’s College (2018), sobre la salud mental y el bienestar de emprendedores/ as, plantea cómo los emprendedores se enfrentan a condiciones de trabajo extremas, en las que los altos niveles de incertidumbre, responsabilidad y complejidad terminan siendo estresores muy importantes, junto a las presiones de tiempo y jornadas de trabajo muy largas. Los/las emprendedores/as suelen experimentar estas características del trabajo como abrumadoras y las valoran como amenazantes.

Al tratar de ser más resistentes al estrés para alcanzar sus metas y resultados de alto impacto, las personas a cargo de las iniciativas pueden en muchos casos entrar en un ciclo complejo de presiones relacionadas con los elevados estándares que les exigen en muchos casos accionistas, inversionistas, incubadoras o aceleradoras, en tanto actores externos interesados en el éxito del emprendimiento; frecuentemente terminan asumiendo costos muy altos en términos de salud mental y bienestar personal, dice el mismo estudio de Stephan que cita la publicación de BID Lab.

Desde el enfoque de bienestar, el estudio muestra que un 64% de los/las emprendedores de alto impacto participantes presenta niveles moderados de burnout; un 20% tiene claros síntomas de burnout severo y 3 de cada 10 emprendedores/as exhiben síntomas de malestar psicológico.

El 100% de estos con bienestar subjetivo bajo presenta síntomas severos de malestar psicológico, mientras la incidencia es de sólo 30% en los emprendedores de alto impacto con bienestar alto. Los síntomas de malestar psicológico incluyen estrés, inseguridad, apatía, sentirse abrumado/a, con dificultad para hacer frente a tareas cotidianas, dificultades para detenerse o poner límites a las horas de trabajo y bajo nivel de energía, entre otros.

Entre las causas más destacadas de estrés están, en primer lugar, la presión financiera o el levantamiento de capital (73%), seguidos de la presión para innovar en modelos de negocios, financiación y crecimiento (61%), la situación económica del entorno (61%), el aprovechamiento de las largas horas de trabajo (53%) y la presión para el éxito en ventas o la escalabilidad a nuevos mercados (50%).

La estrategia más común identificada que utilizan los emprendedores de alto impacto participantes para atender su bienestar y algunos elementos de salud mental, especialmente para enfrentar el estrés y el síndrome de burnout, tiene que ver con estilos de vida (84%).

«Especialmente los ayuda hacer ejercicio, escuchar música, leer, caminar, dormir más y mejor, comer más sano y reducir el café, el alcohol o el tabaco. La segunda estrategia más utilizada es la conexión social (32%), que incluye el pasar tiempo con la familia, la pareja, amigos/as, realizar actividades grupales online o presenciales, participar en grupos de interés temáticos o hobbies. Le siguen prácticas de espiritualidad y religiosidad (30%), incluyendo hacer yoga, meditación, rezar o asistir a ceremonias religiosas, y algunos hacen terapias y trabajo psicoterapeútico con especialistas para reconocer sus emociones (27%)», añade el estudio.

El Estudio de BID Lab entrega unas reflexiones finales y recomendaciones para una agenda inicial de trabajo acerca de la salud mental en la región: i) existen niveles generales de afectación en los/las Emprendedores/ as de Alto Impacto de la región en temas de bienestar y salud mental, pero es clave diferenciarlos; ii) se requiere promover mayor investigación y levantamiento de datos para aumentar visibilidad e impacto; iii) es clave ampliar en la región la inversión en temas de bienestar y salud mental; iv) se debe promover que actores del ecosistema emprendedor en la región tengan mayores niveles de conciencia, involucramiento y proactividad; así como v) comprender que compartir buenas prácticas, incentivar la creación de hábitos y promover la provisión de servicios a la medida de las necesidades de los/las EAI puede hacer la diferencia.

INICIATIVAS QUE AYUDAN

Atender y financiar temas de bienestar y salud mental, para quienes lideran iniciativas, las incuban, las aceleran o invierten en ellas, es un buen negocio, afirma el Estudio de BID Lab.

Diversas organizaciones y startups, con distintos enfoques y modelos de negocio, están ofreciendo productos y servicios especializados. Están enfocadas en estrategias de prevención o concientización, ofrecen asistencia médica y profesional especializada, y buscan alcanzar públicos específicos o la población en general. Algo importantísimo para estas iniciativas ha sido el rol de la tecnología, afirma el estudio.

«A través de plataformas digitales, aplicaciones móviles, chatbots, inteligencia artificial u otras herramientas, muchas han podido ampliar su alcance, facilitar el acceso, eliminar brechas de atención para poblaciones vulnerables y escalar su impacto», afirma.

En el mapeo de Bid Lab se pueden encontrar cuatro empresas mexicanas (Yana, Terapify, Mind2, Cuentame), una guatemalteca (Tuconsejería), tres estadounidenses (Sanarai, Econa, Coimpacta), una española (Ancla), cuatro colombianas (Selia, Progressus, Momentu, Enterapia), seis chilenas (Sumeria, Simplehealth, Saluta, Mindy, Kone3cta, Betterfly), seis brasileñas (Vittude, Vitalk, Vibe, Positivapp, Cenat, Auraclara) y dos argentinas (Yerbo, Sigmind).

«Estas fueron creadas o promovidas por algún agente del ecosistema emprendedor, para atender el bienestar y la salud mental de empresas u otros emprendedores/as; ofrecen productos o servicios integrales que promueven una cultura organizacional para el bienestar y la salud mental, que incluye estrategias especiales y personalizadas de apoyo; y usan algún tipo de tecnología (plataforma digital, aplicación móvil, chatbot, entre otras) para tener mayor alcance y derribar barreras de acceso», explica el estudio.

Puede revisar aquí la publicación que, al final, ofrece una descripción completa de cada una de estas organizaciones que hacen parte del mapeo.