El 52% de los encuestados a nivel mundial se muestra optimista con respecto al impacto de la IA en el trabajo. Esto supone un salto de 17 puntos porcentuales desde 2018, cuando se realizó esta encuesta por primera vez.
Países Bajos, Francia y Japón son los países más preocupados con la adopción de herramientas de inteligencia artificial (IA) y de inteligencia artificial generativa (IAG) en el entorno laboral, de acuerdo al estudio ‘AI at Work: What People Are Saying’, de la consultora estratégica Boston Consulting Group (BCG).
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BCG ha realizado una encuesta a más de 12.800 empleados de todos los sectores, en 18 países de todo el mundo -desde la alta dirección hasta empleados de primera línea-, con el objetivo de entender el impacto del uso de la IA en sus organizaciones.
Esta encuesta se realiza cuando ChatGPT, DALL-E y otras herramientas de inteligencia artificial generativa están causando grandes transformaciones en las empresas. Aunque los empleados son optimistas acerca de cómo la IA, y la IA generativa en particular, afectará a su trabajo, su valoración varía considerablemente según su antigüedad y su localización geográfica.
Así, el 52% de los encuestados a nivel mundial se muestra optimista con respecto al impacto de la IA en el trabajo. Esto supone un salto de 17 puntos porcentuales desde 2018, cuando se realizó esta encuesta por primera vez. De hecho, el sentimiento de preocupación experimentó el descenso más pronunciado, cayendo de un 40% a un 30%.
Dentro de las organizaciones, los directivos más senior son más optimistas y se encuentran menos preocupados con la IA que los empleados. Mientras que el 62%o de los directivos manifiestan su optimismo, sólo el 42% de los empleados comparten esa opinión.
En este sentido, influye el hecho de que son los usuarios más habituales quienes tienen menos recelos: el 62% de las personas que utilizan herramientas de IA son optimistas, frente a solo un 36% entre los no usuarios.
La mayoría de los directivos (80%) afirma que utiliza herramientas de IA e IA generativa con cierta regularidad, frente a sólo el 20% de los empleados. Además, los empleados representan el mayor porcentaje de no usuarios (60%) de las herramientas de IA e IA generativa en general.
Las opiniones sobre la IA en el lugar de trabajo también varían según la localización geográfica. Los países más optimistas son Brasil (71%), India (60%), España (59%) y Oriente Próximo (58%); mientras que los menos optimistas son Estados Unidos (46%), Países Bajos (44%) y Japón (40%).
Las geografías más preocupadas por el impacto de la IA en el trabajo son Países Bajos (42%), Francia (41%) y Japón (38%), mientras que las menos preocupadas son Oriente Próximo (25%), Brasil (19%) e India (14%).
PREPARARSE PARA EL IMPACTO
El 36% de los encuestados cree que es probable que su puesto de trabajo sea eliminado por la IA. Para prepararse para la nueva era de la IA en el entorno laboral, el 86%o cree que necesitará formación para perfeccionar sus habilidades. Sin embargo, sólo el 14% de los empleados afirma haber recibido algún tipo de formación relacionada con la Inteligencia Artificial hasta la fecha, en comparación con el 44% de los directivos.
A pesar de las inquietudes, el 71% de los encuestados cree que los beneficios del uso de la IA y de la IA generativa superan a los riesgos. Sin embargo, al mismo tiempo piden que se evalúen esos riesgos: el 79% cree que es necesaria una normativa específica para la IA, lo que representa un gran cambio de actitud hacia la supervisión pública de estas tecnologías.
En este contexto, son muchas las empresas que desde el sector privado se están adelantado a las legislaciones y ya están desarrollando e implantando sus propios marcos para la utilización de la IA de manera responsable, con el fin de que se ajusten a los objetivos y valores éticos de su organización.
La valoración de los empleados sobre la eficacia de estos programas varía mucho: mientras que el 68% de los directivos confía en el uso responsable de la IA por parte de su organización, sólo el 29% de los empleados cree que sus empresas han implementado las medidas adecuadas para garantizar que la IA se utiliza de forma responsable.
Los empleados están dispuestos a aceptar la IA en sus lugares de trabajo, pero solo si están seguros de que su empresa se compromete a hacer lo correcto. En este sentido, desde BCG recomiendan a los directivos garantizar la existencia de espacios para la experimentación responsable de la IA, invertir en formación continua y dar prioridad a la creación de un programa de IA responsable.