Salesforce presentó el reporte “Una mirada desde América Latina al uso responsable de las nuevas tecnologías”, una guía para las compañías, instituciones y gobiernos que busquen impulsar la innovación a través de un uso ético de las tecnologías.
Salesforce desarrolló el reporte “Una mirada desde América Latina al uso responsable de las nuevas tecnologías“, que tiene la finalidad de ser una guía para las compañías, instituciones y gobiernos que busquen impulsar la innovación a través de un uso ético de las tecnologías.
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La empresa líder en CRM concluyó que tecnologías como el big data, la inteligencia artificial, la computación en la nube, entre otras, son apreciadas por la población general de América Latina, la que considera que las nuevas tecnologías habilitaron prácticas positivas como comunicarse con amigos y familiares, hacer las compras más sencillas en línea y sobre todo el teletrabajo. Sin embargo, la región aún no toma un rumbo claro al respecto.
Uno de los factores que impide una mejor adopción de la tecnología es la gran brecha de uso de internet, según el reporte. Un reporte de la GSMA detalló que, en el 2021, 410 millones de personas (62%) contaban con conexión a internet. Lo interesante es que 230 millones de personas (35%) cuentan con cobertura, pero no hacen uso del internet y unos 20 millones no cuentan con conectividad (3%).
Otro factor se da en el sector empresarial. Las compañías buscan trabajadores capacitados en tecnologías como inteligencia artificial para el desarrollo de sus negocios, pero no los encuentran.
A esto se suma el temor de los colaboradores que piensan que en los próximos años perderán sus trabajos debido a la robotización. La población cree que está en mano de las empresas el educar a sus actuales trabajadores y ofrecerles las habilidades necesarias para el futuro laboral.
En América Latina ocurre un fenómeno particular: falta generalizada de confianza en las personas y en las instituciones. El 76,8% cree que compartir sus datos personales implica más riesgos que beneficios. En el caso de Chile, por ejemplo, esta cifra aumenta, llegando a un 82,6% de la población creyendo que compartir sus datos generan más riesgos que beneficios.
El nivel bajo de ciberseguridad en América Latina es el cuarto punto. Muchos latinos se muestran reticentes a usar tarjetas de crédito o usar cuentas bancarias ya que tienen miedo de ser víctimas de robo de identidad además del exponencial número de ciberamenazas.
Finalmente, el último factor es la limitada cultura de datos y escasa transparencia en la región. En América Latina se generan muchos más datos de los que se usan para tomar decisiones, realizar predicciones o desarrollar nuevos productos y servicios para promover la innovación. Estos datos no suelen ser usados por los ciudadanos, instituciones públicas o privadas.