El comisario jefe de privacidad de Canadá está investigando a la empresa de IA, y los organismos de control de Alemania, Francia, Irlanda y España podrían estar estudiando medidas similares.
OpenAI, creadora del chatbot de inteligencia artificial ChatGPT, está siendo investigada por el Comisionado de Privacidad de Canadá por recopilar y utilizar información personal sin consentimiento.
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El 4 de abril, la Oficina del Comisionado de Privacidad de Canadá (OPC) declaró que su investigación se inició a raíz de una denuncia de una persona no identificada.
El Comisario Jefe de Privacidad, Philippe Dufresne, dijo que su oficina está prestando mucha atención a la tecnología de IA para garantizar que los derechos de privacidad de los canadienses estén suficientemente protegidos: “La tecnología de IA y sus efectos sobre la privacidad es una prioridad para mi Oficina […] Tenemos que mantenernos al día -y adelantarnos- a los rápidos avances tecnológicos, y esa es una de mis principales áreas de interés”.
La OPC no ha hecho más comentarios al respecto y no ha mencionado la posibilidad de limitar el acceso de los canadienses a ChatGPT.
La investigación de Canadá se produce mientras Alemania, Francia, Irlanda y España estudian posibles medidas contra AI tras el bloqueo temporal de ChatGPT en Italia.
El 31 de marzo, el organismo de control de protección de datos de Italia bloqueó temporalmente el chatbot mientras investiga una supuesta violación de datos en la plataforma que tuvo lugar el 20 de marzo.
La decisión, sin embargo, llamó la atención del viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, que calificó la prohibición de “excesiva” en un tuit del 4 de abril.
Alemania también se plantea seguir el ejemplo de Italia.
El 3 de abril, Ulrich Kelber, comisario federal de Protección de Datos y Libertad de Información, declaró al medio local Handelsblatt que Alemania podría prohibir temporalmente ChatGPT en caso de que su comisión investigue si el chatbot viola el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea.
Los reguladores de la privacidad de Francia e Irlanda también están pendientes de la investigación de Italia y se han puesto en contacto con el organismo de control italiano para preguntarle en qué se basa su prohibición, según un informe de Reuters del 4 de abril.
