En México, la Ley Fintech de 2018 reconoce a los activos virtuales como medios de pago, por lo que si una fintech no presta servicios de almacenamiento de activos o transmisión de valor, queda excluida de la regulación.
Una encuesta llevada a cabo por la empresa Finnovista, en México, revela que el 60% de los entrevistados aseguran que es necesario una mejor regulación en materia fintech. El estudio corresponde a enero de 2023.
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México cuenta con una Ley Fintech que ha permitido el impulso de las empresas de la industria en el país azteca, llevándolo al segundo puesto en Latinoamérica después de Brasil.
El estudio indica que “México cuenta con uno de los mecanismos regulatorios de tecnología financiera más avanzados de la región latinoamericana. La Ley Fintech, por ahora, sólo regula Instituciones de Tecnología Financiera, Instituciones de Fondos de Pago Electrónico e Instituciones de Financiamiento Colectivo”.
Los datos de la encuesta realizada a 221 empresas fintech muestra que el 40% asegura no necesitar una mayor regulación en sus actividades ya que no prestan servicios asociados a los activos virtuales.
En México, la Ley Fintech de 2018 reconoce a los activos virtuales como medios de pago, por lo que si una fintech no presta servicios de almacenamiento de activos o transmisión de valor, queda excluida de la regulación.
Por ello, el 60% de las empresas encuestadas considera que sí requieren una mayor regulación para el sistema.
Si bien es cierto que operan con licencias para medios de pago, hay un universo creciente de fintech en ese país que emplean otros servicios con activos digitales que están excluidos en la regulación.
En este sentido, la Ley Fintech reconoce únicamente a los activos digitales “como medios de pago, es decir a las unidades digitales utilizadas como medio de pago sin ser moneda de curso legal, dejando fuera de la regulación a aquellas utilizadas como instrumento de almacenamiento y transmisión de valor”.
El 60% de las encuestadas señaló que parte de su actividad principal es la oferta de plataformas o servicios tecnológicos, y que mantienen operaciones de creación y manejo de cartera de crédito, así como también “actividades de captación, recepción o intermediación masiva de recursos, modelos de inversión, emisión de tokens o criptomonedas”.
El otro 40% considera que no prestan algunos de este tipo de servicios, ni están asociadas de manera principal a estas actividades, por lo cual no necesitan regulación como entidades financieras, y por ello la regulación vigente es la adecuada.
Debido a la diversidad de opciones fintech para operar, el informe aclara que “en términos regulatorios, el número de solicitudes de entidades para operar bajo la Ley Fintech, así como las aprobaciones, sigue en aumento”. Y agrega que “las que sí requieren regulación, operan bajo diferentes esquemas legales”.
“Los segmentos más grandes por número de fintechs en el país son Lending, Payments and Remittances y Enterprise Technologies for Financial Institutions“, finaliza el informe.