El teletrabajo reduce las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) causadas por la movilidad, el consumo de energía y los residuos de las oficinas. Sin embargo, la huella de carbono generada en los hogares también tiene impacto en el ambiente.
Si algo positivo nos dejó la pandemia fue la nueva flexibilidad y digitalización de los entornos laborales. Lo que comenzó como una norma, terminó convirtiéndose en una nueva cultura que cambió para siempre la forma de ver el trabajo, tanto para las personas como para las empresas.
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En Argentina, se estima que el 46% de las compañías se volcó a un modelo de trabajo híbrido, es decir, que combina la presencialidad con el trabajo remoto, y un 14% se mantuvo solo en la modalidad remota, de acuerdo a un informe de Computrabajo.
Pero, ¿es esta nueva cultura de trabajo híbrida mejor para el ambiente? ¡Sí!… pero no tanto.
Sí, porque se estima que la mayor parte de la huella de carbono de una persona trabajadora proviene de sus desplazamientos al trabajo y eso implicaría la reducción de emisiones de la movilidad; no tanto, porque existen otras variables que impactan en la huella de carbono, que se “trasladan” de la oficina al hogar de las personas.
Principalmente, las generadas por el consumo de energía que se vuelve intensivo; no sólo para alimentar a los dispositivos de tecnología, sino a los servidores de los que depende la conectividad, y la requerida para la climatización del ambiente. Y este impacto debe ser considerado como parte de la huella de carbono de las empresas, no de las personas.
“Con el formato híbrido o remoto no se eliminan las emisiones de Gases de Efecto Invernadero de una compañía: la huella de carbono se desplaza a las personas. Por eso vimos que era necesario generar una herramienta para que las empresas, de todo tipo y tamaño puedan medir la huella del teletrabajo de sus equipos, de manera sencilla y accesible, y tomar acción al respecto”, explica Federico Falcón, director de The Carbon Sink, la plataforma de medición y compensación de huella online con presencia en Latinoamérica, creada por emprendedores argentinos.
CONSEJOS PARA LAS PYMES PARA REDUCIR LAS EMOSIONES DE GEI EN LA MODALIDAD HÍBRIDA
Algunas prácticas que las pymes pueden compartir con sus equipos para reducir la huella de carbono:
– Desconectar los dispositivos electrónicos cuando no están en uso, inclusive los cargadores.
– Priorizar espacios con luz natural y evitar el uso innecesario de luminarias.
– Seleccionar artefactos con bajo consumo de energía (AAA+) y lámparas bajo consumo.
– Usar modo “ahorro de energía” o “ecológico” en los dispositivos que lo ofrezcan.
– En verano, mantener el aire acondicionado en 24 grados, con ventanas bien cerradas.
– Separar los residuos con valor de reciclable, guardalos limpios y secos, y acercarlos a un punto verde (papel, cartón, PET).
– ¡Cocinar! Intentar evitar el delivery o usar envases reutilizables/retornables para las compras. Limitar la compra de productos con envases plásticos de un solo uso o descartables.
Para que esto sea efectivo, es recomendable sensibilizar al equipo sobre la urgencia de la crisis climática y compartir de manera transparente el impacto de la organización, así como el compromiso de reducción y los esfuerzos que van a hacer para lograrlo.