09/11/2022

Ana Paula Franco, Global Lead de Impacto de Jüsto: «Cualquier persona debería tener acceso al ecosistema de emprendimiento, para no ser los mismos de siempre»

Tekios conversó con la lideresa Ana Paula Franco, hoy a cargo de la estrategia y las iniciativas que el supermercado digital mexicano realiza con las personas y comunidades. No se pierda esta conversación sobre emprendimiento, diversidad y economía circular.
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Tekios conversó con la lideresa Ana Paula Franco, hoy a cargo de la estrategia y las iniciativas que el supermercado digital mexicano realiza con las personas y comunidades. No se pierda esta conversación sobre emprendimiento, diversidad y economía circular.

Aunque siempre le habían gustado las ciencias sociales, tenía una fuerte inclinación por las matemáticas. Así que se preguntó: ¿cuál es la ciencia social que tiene matemáticas? Ese fue el modo en que terminó por quedarse con la economía y los negocios.

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Así parte la historia académica de la recién nombrada Global Lead de Impacto de Jüsto, Ana Paula Franco, quien en octubre pasado llegó al llamado «primer supermercado mexicano 100% digital» con el objetivo de consolidar la estrategia e iniciativas de impacto que la startup genera «con las personas, el planeta y a través de su oferta comercial».

Energía no le faltará. Lo acredita la manera en que llegó a Jüsto: decidida a sumarse a la empresa, golpeó la puerta de la que era la Head of People de Jüsto a través de una app. «Y así fue cómo la conocí y la agregué a LinkedIn. Y la verdad es que ella cuando habló de Jüsto me transmitió su pasión y su amor y yo le dije quiero trabajar ahí, así que le escribí y le mandé mi currículo. Mi mensaje era mira, no sé qué, pero quiero trabajar con ustedes. Y ella me contestó: Muy bien, pues, yo tampoco sé en qué, pero vamos a conocernos para poder encontrar en qué«.

Pero sería injusto con Ana Paula decir que solo fue su ímpetu lo que la hizo merecedora de su actual cargo regional. Conoce de emprendimiento desde los tiempos de colegio, cuando tuvo uno con su mamá abocado a soluciones educativas para alumnos de distintas edades. «Les dábamos a extranjeros, por ejemplo, un acompañamiento para poderlos incluir en el sistema educativo mexicano; eran soluciones para cada niño. Y estuve con ese negocio bastantes años, toda mi universidad».

Luego su expertise se profesionalizaría, al trabajar en un proyecto del Banco Interamericano de Desarrollo y la Universidad Anáhuac, en la que estudió, precisamente sobre temas de emprendimiento, «para acompañar a emprendedores a nivel nacional a través de una metodología, desde la idea hasta la creación de la empresa», recuerda.

-Antes de entrar a Justo acompañaste a emprendedores, muchos de ellos que eran pymes. ¿Qué aprendiste de ese ecosistema que no estaba en la teoría, que no te lo habían enseñado en Anáhuac?

-Pues mira, yo doy clases de emprendimiento y la verdad es que siempre les digo a mis alumnos: Enseñarte a emprender es como enseñarte a andar en bici; por mucho que yo te pueda dar teorías, metodologías, ayuda, la única manera de que puedas emprender es emprendiendo.

Otra cosa que entendí muy bien es que cuando estamos emprendiendo nos refugiamos mucho atrás de un Excel, de supuestos, de ¡ah!, es que entonces puedo estimar mis ventas, mis ingresos, los costos. Y tenemos que vivir, sobre todo, la parte de los negocios centrada en el usuario y entender que el usuario es una persona y que, como persona, y esto lo digo también como economista, no es racional siempre. Entonces, hay muchísimas cosas que no vamos a entender, por eso la única manera de poder salir adelante en estas cosas es preguntando al usuario, hablando con el usuario. Por eso es que emprender con una pyme que está centrada en la persona puede llegar a hacer una diferencia.

Y, finalmente, el manejo de crisis, la necesidad de la resiliencia es algo muy importante y de lo que no hablamos. Al menos en México las pequeñas y medianas empresas fueron muy golpeadas por la pandemia, y muchas de ellas incluso tuvieron que cerrar. Eso nos dejó diferentes lecciones, como la necesidad de flujo, porque esas empresas no tenían flujo y por eso no pudieron sobrevivir a los meses que tuvieron que estar con operaciones observadas o reducidas. Lo relaciono con las películas de amor que te enseñan que el noviazgo siempre termina en el matrimonio, que es como ah, bueno, ya tengo mi empresa, ya me va bien, ya la hice. Pero la verdad es que debe haber una necesidad constante de estar innovando, de estar replanteando la propuesta de valor.

-O sea, en realidad debería viralizarse una película sobre la crisis matrimonial. Nada de noviazgos.

-Sí, claro.

-Porque las crisis llevan a ese momento clave en que nos preguntamos si sigue vivo o no el proyecto.

-Exactamente. Tenemos romantizado el emprendimiento, ¿no? Lo vemos como ay, bueno, quiero ser emprendedor para tener más libertad; quiero ser emprendedor para ser dueño, ser mi propio jefe, lo cual hasta cierto punto es cierto, pero no en toda etapa. Es como toda relación: te tienes que meter al 200%. Hay momentos en la relación en que las cosas fluyen más fácil, pero no podemos romantizar y generalizar que todo va a ser 100% así. Ricardo (Weder), el fundador de Jüsto, nos dijo una vez una frase que a mí me gusta mucho: “Emprender es manejar el caos, la magia de manejar el caos».

-Pero si emprender en manejar el caos, como ocurre en otros ámbitos, hay personas especializadas en desastres, como sucede en Chile y en México en cuanto a los terremotos. Por lo tanto, ¿emprender es para todos?

-Todos podemos desarrollar habilidades que nos ayuden a emprender y toda persona puede ser un emprendedor en potencia, pero hay habilidades diferentes, por eso es que existen los socios y un equipo. A lo mejor puedes decir oye, la verdad es que a mí me choca hablar con la gente y entiendo que parte de ser emprendedor es vender, pero a lo mejor tú tienes una gran idea o tienes una capacidad técnica importante para poder aterrizar esa propuesta de negocio, entonces, podrías encontrar a otra persona que complemente tus áreas de oportunidad.

Sin embargo, hay algo que sí creo que es lo que hace la diferencia al 100%: es emprender en la industria o apuntando al problema correcto para ti. Yo soy fiel creyente del tema del propósito y creo que si emprendes con propósito hay herramientas que te pueden ayudar a solventar algunas de tus debilidades como emprendedor. Creo que por mucho que seas un gran vendedor o que tengas estas habilidades típicas que nos venden del emprendedor, si no lo haces con propósito, al final, tampoco pega.

-En México, tu país, donde comenzaste con los acompañamientos a emprendedores, ¿hay algunas condiciones culturales, algunas verdades instaladas, algo particular en los mexicanos en relación con emprender?

-Sí. Te voy a decir dos cosas: una, que es cultural, y que se ha visto durante la coyuntura actual dentro del ecosistema emprendedor, y es que tenemos una aversión al fracaso y al error importante. Y, lamentablemente, está más que comprobado que para ser un emprendedor necesitas equivocarte, levantarte y aprender rápido.

Y lo otro, pero que es a nivel de todo el ecosistema emprendedor, es que nos falta democratizar el ecosistema. ¿A qué me refiero con esto? Hemos visto un boom impresionante en los últimos tres años en México, por los unicornios y muchísimas empresas muy interesantes que están levantando capital de manera impresionante. Sin embargo, cualquier persona debería tener acceso al ecosistema de emprendimiento, para no ser los mismos de siempre, ¿no? O que sean personas con cierto background de educación o con cierto color de piel o incluso de género; nos faltan mujeres emprendedoras, por ejemplo.

-El tema de la democratización, para Tekios, es tremendamente importante. Lamentablemente, hemos notado efectivamente que hay poca diversidad en el ecosistema, pero no solo en México, sino en la región.

-Al menos en México reconozco que en estos últimos años se ha hecho un esfuerzo consciente desde la parte educativa para solucionarlo; la mayor parte de las universidades ya enseñan asuntos relacionados con emprendimiento, tienen incubadoras de negocios. De hecho, las universidades públicas en México tienen grandes emprendedores, pero aún nos falta complementar las habilidades técnicas de emprendimiento con las habilidades blandas.

-Para levantar capital es sabido que importa muchísimo el equipo fundador de la startup. En la fase pre-semilla es clave, entonces, las redes juegan un rol importatísimo. ¿Cómo romper con eso?

-Por ejemplo, aquí en Jüsto lo que estamos tratando de hacer al respecto es tomar un rol más activo dentro del ecosistema para poder dar educación. Si tú te metes, por ejemplo, en nuestras redes, en LinkedIn, puedes encontrar información que nosotros damos para potenciar a emprendedores. Esta vinculación es una responsabilidad que tenemos las startups, específicamente las startups que tenemos un camino que, ojo, no es que corresponda a un caso de éxito, ni que deban vernos hacia arriba, simplemente que somos las que ya avanzamos un poquito más que otras. Es nuestra responsabilidad y el rol que tenemos que tener es de acompañamiento, para hacer un poco más planita la curva de aprendizaje.

APERTURA A APRENDER

-Tener relaciones con las autoridades es seguramente algo que viene con tu cargo. ¿Cómo crees que ven las autoridades a las startups?

-Hay muchas cosas del ecosistema emprendedor, de la tecnología, que a veces llega a ser un poco tabú, sin embargo, creo que en muchos países de la región existe una apertura a entender. Creo que se están generando acercamientos entre startups y gobiernos, y eso es muy importante porque creo que el emprendimiento es uno de los principales motores del desarrollo. Es una manera de ayudar a dar solución a las grandes problemáticas sociales que tenemos. Creo que las autoridades también son conscientes de eso. También se está viendo a los emprendedores como fuente de generación de empleo. Entonces, me da mucho gusto ver este acercamiento por parte de las autoridades.

-¿Cuáles son, grosso modo, tus próximas acciones? ¿Dónde te vamos a ver en movimiento?

-Mira. Ahorita liberaremos nuestro reporte de impacto y estamos comenzando con toda una campaña de comunicación de nuestras condiciones de impacto. Y esto no lo hacemos para poder decir qué buenos somos en Jüsto; lo hacemos con la real convicción de subir la vara de la industria.

Ahorita también estamos terminando de aterrizar todas las políticas y procesos relacionados con nuestros proveedores, Mipymes, para que te des una idea, con quienes hacemos el 70% de nuestras compras. Son jugadores estratégicos para nuestro crecimiento y a partir del próximo año vamos a tener un programa de acompañamiento y profesionalización para estos proveedores.

También estamos desarrollando diferentes iniciativas relacionas con toda nuestra merma. Ahí entramos en temas de economía circular, para la reutilización de las cosas. Estamos a punto de sacar una prueba piloto de logística inversa.

La verdad es que, mira, por iniciativas, no nos aburrirnos.

-¿Dentro de esas convicciones está, internamente, trabajar o disminuir probablemente la obsesión, la ansiedad por convertirse en unicornio?

-Mira, te voy a decir una cosa: hasta en eso hemos sido diferentes. Nuestra evaluación no es pública. Precisamente porque Ricardo dice “la evaluación no es lo más importante”. Entonces, podríamos ya ser unicornio y nadie sabría.

De hecho, nos identificamos más como camello, ¿no? Y no sé si has escuchado acerca de la teoría de los camellos, pero sí tenemos más esta mentalidad de resiliencia, de poder generar ahorros, de poder estar en situaciones adversas, como lo vivimos actualmente en un entorno inflacionario con incertidumbre económica.

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