Proyecto español Agro Biomaterials, entre los 20 finalistas del premio James Dyson Award 2022

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Agro Biomaterials busca solucionar el desperdicio de alimentos, ya que un 33% de estos residuos son solo de materia orgánica. Por tanto, se busca darles una segunda vida como bioplásticos.

El proyecto Agro Biomaterials, desarrollado por una estudiante de la Universidad ELISAVA de Cataluña, ha sido seleccionado como uno de los 20 finalistas mundiales de los galardones James Dyson Awards 2022.

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Con estos premios, organizados por la Fundación James Dyson, se busca demostrar el poder que tienen los profesionales dedicados a la ingeniería para cambiar el mundo mediante soluciones eficaces que demuestren un nuevo planteamiento basado en el diseño.

Las candidaturas se valoran primero a nivel nacional y un ingeniero de Dyson. Cada región premia a un ganador y a dos subcampeones y, a partir de estos ganadores, un equipo de profesionales de la marca selecciona una lista internacional de 20 proyectos.

Finalmente, estos proyectos pasan a ser valorados por el propio fundador de la compañía, el inventor británico Sir James Dyson, que selecciona a los ganadores internacionales, quienes reciben hasta 33.000 euros de premio.

En esta edición se han presentado investigaciones de diversa índole, entre las que se encuentran terapias intravenosas para el hogar, dispositivos de rehabilitación de accidentes cerebrovasculares y soluciones creativas para que los usuarios en silla de ruedas puedan transportar consigo su equipaje.

Tras dar a conocer los ganadores y finalistas nacionales de los 29 países y regiones participantes el pasado mes de septiembre, la organización de James Dyson Award ha presentado el listado de los 20 finalistas mundiales de este galardón.

Entre ellos se encuentra el proyecto Agro Biomaterials, creado por la estudiante de Diseño de Product de la Universidad ELISAVA de Cataluña Berta Daina. Esta propuesta incluye un kit que permite que cualquier persona pueda transformar sus residuos orgánicos domésticos en biomateriales.

Agro Biomaterials busca solucionar un problema real como es el de el desperdicio de alimentos, ya que un 33% de estos residuos son solo de materia orgánica. Por tanto, se busca darles una segunda vida como bioplásticos.

Entre otros de los finalistas se encuentran AgZen-Cloak, un proyecto de Estados Unidos que propone un sistema de pulverización que utiliza aceites derivados de plantas para cubrir las gotas de pesticidas pulverizados.

La propuesta italiana Argo, por otra parte, es un proyecto de código abierto diseñado para aumentar la autonomía de los nadadores con discapacidades visuales mediante la señalización de sus giros y de su orientación en la piscina a través de diferentes vibraciones

Otros de los finalistas de la actual edición son Banoo (Suecia), para aumentar el oxígeno disuelto en agua, Brakong (Filipinas), una prótesis sostenible para mujeres sometidas a mastectomías; o Ivvy (Bélgica), que sustituye las sondas intravenosas por un dispositivo portátil que proporciona más comodidad y movilidad al paciente.

Los aspirantes incluidos en esta lista de nominados que finalmente ganen el premio se anunciarán el próximo 16 de noviembre.

¿PARA QUÉ LOS BIOPLÁSTICOS?

Un bioplástico es un tipo de plástico derivado de materias primas orgánicas, en nuestro caso de residuos orgánicos, más concretamente de restos de frutas y verduras. Este material, a diferencia de los plásticos convencionales derivados del petróleo, una vez depositado con los residuos orgánicos, entra en contacto con microorganismos que lo degradan y acaba desapareciendo por completo.

El desarrollo actual y la curiosidad por el mundo de los bioplásticos no es casual, sino que es la respuesta al problema que plantea el plástico tradicional. Una de las principales ventajas del plástico tradicional es que es un material muy resistente. Esto lo hace muy útil cuando se quiere utilizar para fabricar objetos que deberían tener una gran durabilidad. Sin embargo, cuando este material se aplica principalmente en objetos de un solo uso, la cantidad de residuos plásticos que se producen es imposible de sostener para el planeta.

Existen diversas soluciones a este problema, que van desde prescindir del uso de plástico en los objetos de un solo uso hasta reciclar los residuos para darles una nueva vida. Sin embargo, la realidad es que más del 70% del plástico de un solo uso acaba en el medio ambiente.

De esta forma, una de las posibles soluciones que permitiría acabar con el problema es que el material utilizado en los productos de consumo no fuera plástico.

Por tanto, este es el objetivo de los bioplásticos, sustituir a los plásticos tradicionales para evitar la contaminación del planeta.

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