En el periodo comprendido entre 2017 y 2021 se constata el aumento de los delitos informáticos.
España registró más de 305.000 delitos informáticos en 2021, lo que supone un 6,1% más con respecto a los datos registrados en el año anterior, según el Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC).
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Esta es una de las conclusiones a las que has que ha llegado recientemente la Dirección General de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de seguridad del Gobierno de España, correspondiente al Ministerio del Interior.
Este organismo ha publicado el ‘IX Informe sobre la Cibercriminalidad en España’, un análisis que recopila los datos registrados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a lo largo del año pasado. Concretamente, se tienen en cuenta los ataques advertidos en 2021 para compararlos con los años anteriores y conocer la situación de la criminalidad informática en España, en base a los resultados de encuestas realizadas por organismos como el Instituto Nacional de Estadística (INE) como europeos (EUROSTAT).
Los datos recopilados por el INE reflejan que, en 2021, se ha incrementado el porcentaje de viviendas que poseen ordenador y acceso a internet, con respecto a 2020. Este incremento ha posicionado a España por encima de la media de la UE en relación al porcentaje de viviendas que disponen de red y conexión. Sin embargo, desde el informe destacan que el aumento del número de usuarios de internet y la conectividad ha tenido como consecuencia directa el crecimiento de la ciberciminalidad.
Según los datos del Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC) sobre este fenómeno en España, en el periodo comprendido entre 2017 y 2021 se constata el aumento de los delitos informáticos. Tanto es así que, en el último año se conocieron un total de 305.477 hechos, lo que supone un 6,1% más con respecto al año anterior. De esta cifra, el 87,4% corresponde a fraudes informáticos y el 5,7% a amenazas y coacciones por parte de los cibetestafadores.
No obstante, en el informe se hace una distinción entre los hechos conocidos y los esclarecidos, así como aquellos en los que se han producido detenciones e investigaciones a raíz de los ataques.
Por eso, mientras se registraron 305.477 estafas por estos medios, tan solo se esclarecieron 46.141 y solo 13.801 tuvieron como consecuencia la detención de algunos de los agentes maliciosos y la investigación de los acontecimientos.
CIBERCRIMEN EN LA UE
Este informe también toma como referencia 2017, porque en junio de ese año la Unión Europea estableció un marco para una respuesta diplomática conjunta de la UE a actividades ciberéticas maliciosas.
Desde entonces, y a pesar de que este marco se estableció en mayo de 2019, las propias instituciones han puesto en marcha una serie de medidas para promover una mayor resiliciencia contra la seguridad. Entre ellas, la creación de una identidad digital europea.
En los países miembro, los estafadores suelen elegir programas de secuestro de datos o ransomware para perpetrar sus ataques, en los que el precio medio de los rescates se ha duplicado, según datos recopilados por la Agencia Europea de Seguridad de las Redes de la información (ENISA) y recuperados en este informe.
El malware, en cambio, se ha reducido en un 43%, mientras que la criptominería maliciosa continúa siendo el método de pago más frecuente entre los ciberdelincuentes, y el phishing relacionado con la Covid-19 sigue dominando las amenazas por correo electrónico.
En esta misma línea y en relación a las violaciones de la seguridad de los datos, el análisis recuerda que se ha producido un aumento de ataques en el ámbito sanitario y que la pandemia ha sido uno de los principales temas de los ataques de desinformación.