Esta es una de las conclusiones del Índice de Madurez Digital Virtus 2021 de Virtus Partners, un análisis también realizado en Perú y Colombia.
Las startups chilenas presentan una madurez digital bastante superior a la de sus pares peruanas y colombianas, y con creces por arriba de las que tienen las grandes empresas chilenas.
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Esta es una de las conclusiones del Índice de Madurez Digital Virtus 2021 de Virtus Partners, una consultora de estrategia y alta dirección líder en América Latina, enfocada en apoyar a organizaciones en sus procesos de transformación y contribuir a resolver algunos de sus mayores desafíos de negocios.
Basado en la metodología IMDV®, que cuenta con 80 preguntas divididas en seis dimensiones que deben ser accionadas de manera sistemática para la transformación digital, el Índice le otorga un IMDV de 76,4% a las startups chilenas, mientras las grandes solo llegan a 58,1%, un poco por debajo del nivel Medio de madurez digital.
Para la consultora no se trata de un fenómeno inexplicable, ya que “actualmente, las startups están capturando una parte importante del mercado al disponibilizar servicios y productos más efectivos, eficientes y responsables ante los ojos de los clientes, impulsadas por nuevas tecnologías y modelos de negocio que generan disrupción en los sectores donde operan”, explica Virtus Partners.
“Quizás el mejor ejemplo de esto sea la industria financiera con las fintechs, las cuales están arrebatando mucho terreno a las empresas tradicionales. Por eso, para los incumbentes el momento de avanzar (hacia la transformación digital) es ahora”, destaca el informe.
“Es más, en 2021 hemos visto a múltiples startups chilenas lograr importantes avances en sus planes de crecimiento y expansión global, así como también marcar nuevos récords en el levantamiento de capital con importantes inversionistas, sumando incluso nuevos unicornios al ecosistema. Por lejos, las startups son las más avanzadas digitalmente (…) estas constituyen el único segmento analizado que se encuentra en un nivel Avanzado de madurez digital”, describe la consultora.
¿Cómo las startups chilenas han logrado esta notable calificación? En el último año estas han experimentado un aumento de 15 puntos porcentuales, generando un claro contraste entre su intensidad de cambio versus el de las grandes empresas, que solo avanzaron 6,4 puntos. Además, mientras 45% de las grandes compañías se encuentran en etapas iniciales de madurez digital, un resultado alarmantemente alto, esta cifra se reduce a 14% en el caso de las startups.
Asimismo, mientras 44,9% de las grandes empresas y 46,3% de las pymes no han comenzado su transformación digital o que se encuentran en las etapas iniciales, un resultado alarmantemente alto, todas las startups han comenzado este proceso y sólo 14,3% se encuentran en etapas tempranas.
El Índice da ejemplos de startups, además, para graficar el esplendor local del ecosistema de emprendimiento: “Las startups están capturando una parte importante del mercado al disponibilizar servicios y productos más efectivos, eficientes y responsables ante los ojos de los clientes, impulsadas por nuevas tecnologías y modelos de negocio que generan disrupción en las industrias donde operan”, explica Juan José de la Torre, Managing Partner de Virtus Digital. “Tal como hemos visto este año con Cornershop, NotCo y Betterfly, entre otras, las startups chilenas están logrando importantes avances en sus planes de crecimiento y expansión global, así como también marcando nuevos récords en el levantamiento de fondos de importantes inversionistas, sumando incluso nuevos unicornios al ecosistema. Sin duda, una tendencia que solo irá al alza y cada vez cambiará con más fuerza el mercado tal como lo conocemos”.
EVOLUCIÓN IMDV® 2018 – 2021 GRANDES EMPRESAS CHILENAS

MUCHAS EN ETAPAS INICIALES DE LA MADUREZ DIGITAL
Particularmente, el segmento de grandes empresas experimentó un avance de 6,4 puntos porcentuales respecto a la edición 2020 del estudio, el cual no alcanza a duplicar el incremento de 3,7 puntos registrado entre sus dos ediciones anteriores. En una escala de 0% a 100%, estas poseen un IMDV® de 58,1%, lo que las posiciona en un nivel de madurez digital Medio, levemente por sobre el nivel Inicial. Como señala De la Torre, se trata de un avance bastante menor al esperado dada la magnitud de los cambios que estamos experimentando.
“Si nos vamos al detalle, podemos ver que si bien ha habido un gran salto en cuanto a la incorporación de nuevas tecnologías y procesos, tan solo 67% de las mayores empresas del país cuentan con un propósito para la transformación digital y, aún peor, solo 52% poseen un plan de acción claro y robusto para llevarla a cabo. Es decir, una de cada dos empresas en Chile, no sabe lo que está haciendo en transformación digital y su evolución se basa en reacciones operativas a la contingencia que ha generado la pandemia”, analiza el Managing Partner de Virtus Digital.
Lo anterior contrasta con la visión del 81% de las grandes compañías, quienes sostienen que el Covid-19 aceleró sus procesos de transformación digital. Sin embargo, De la Torre cree que lo que se aceleró fue más bien la digitalización, donde nuevas tecnologías fueron incorporadas a las organizaciones con el objetivo de mantenerlas operativas, pero sin un abordaje sistemático de las otras dimensiones claves para un verdadero proceso de transformación digital. De hecho, mientras 100% de las startups señalaron que han revisado sus modelos de negocio frente a la digitalización, solo 65% de las grandes empresas también lo han hecho.
En este sentido, Gonzalo Larraguibel, socio de Virtus Partners, sostiene que para avanzar efectivamente hacia la transformación digital de los negocios es fundamental el foco que le da el equipo de liderazgo. Es más, señala que las organizaciones más avanzadas entienden que este ha dejado de ser una responsabilidad aislada del CIO para convertirse en un esfuerzo estratégico liderado por el CEO con apoyo del Directorio, el cual debe involucrar a toda la organización.
“El primer paso para iniciar cualquier proceso de transformación es que tanto el controlador como la alta dirección generen consciencia de la necesidad de cambio, co-construyendo un propósito inspirador y el ambiente socio emocional necesario para que este realmente se produzca. Aquí tan importante como el ser es el parecer, lo que implica involucrarse y colaborar activamente para vencer la natural resistencia a este proceso, generando un mindset que, más allá de centrarse en simplemente reaccionar a los desafíos, se abra a explorar lo nuevo y aprovechar las oportunidades que ofrece este nuevo escenario”, explica Larraguibel.

RADIOGRAFÍA DE LAS INDUSTRIAS
A pesar del opaco momento de las grandes empresas chilenas, de acuerdo al estudio las industrias más maduras digitalmente son Telecomunicaciones, Salud y Servicios Financieros. La primera alcanzó un IMDV® de 70%, mientras las otras bordean el 69%, lo que las posiciona en un nivel de madurez digital Medio, cerca de llegar a Avanzado.
“Este es un resultado muy positivo y esperable, dado a que esas tres industrias son claves en el funcionamiento social y han cumplido un rol fundamental como “soporte” para continuar operando en este nuevo escenario: Telecomunicaciones, como habilitadora de la conexión en tiempos de distancia física; Salud para enfrentar la crisis sanitaria y Financiera como soporte de la economía”, analiza Marcelo Larraguibel, Socio de Virtus Partners. Sin embargo, enfatiza, aún queda bastante camino por recorrer, por lo que el llamado es a seguir avanzando hacia la creación, transformación y evolución de los modelos de negocio.
En contraste, el informe muestra una menor madurez digital en las industrias de Minería y Energía (50,6%) Comercio y Retail (49,4%) y Transporte y Logística (48,6%). Si bien el último ha sido tradicionalmente uno de los sectores menos afectados por el Digital Vortex, Larraguibel señala que la situación de los dos primeros es más preocupante. “El caso de la Minería es de gran relevancia, considerando el peso que tiene esta industria en el crecimiento y desarrollo del país. Por eso, el sector no puede seguir esperando para avanzar en su transformación digital, yendo mucho más allá de la mera incorporación de tecnologías”, indica.
En cuanto al Retail, explica que debido a la pérdida de ingresos que ha tenido el sector por efecto de la pandemia y las medidas sanitarias, este ha incurrido en soluciones cosméticas más que a verdaderos procesos de transformación o evolución. Sin embargo, esta industria debe ser consciente de que, más allá del Covid-19, es una de las más amenazadas en este contexto de gran disrupción, donde los cambios del cliente y nuevos players constituyen un peligro latente.
Ante las cuarentenas y la incapacidad de las personas de visitar tiendas físicas, el desarrollo de canales digitales por parte del comercio se ha convertido en un asunto de supervivencia. Aquí la disrupción que están generando empresas emergentes de
delivery y dark stores, entre otras, están cambiando los hábitos y experiencias de las personas, que deben ser abordadas cada vez con mayor personalización y agilidad.

