Fundador de Romero Group te cuenta el A, B, C de invertir con éxito en startups

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Héctor Romero, también CEO de Horus Group, compartió los pasos que debemos dar al iniciarnos en este tipo de inversiones.

Nueve de cada 10 startups quiebran. Así de duro. “Por eso es importante no poner todo el capital en una sola, hay que diversificar para lograr manejar el riesgo y así estar dispuestos a perder dinero”, afirma Héctor Romero, fundador de Romero Group y CEO de Horus Group, quien nos invita con sus consejos a poner los pies sobre la tierra y no hacernos falsas expectativas. Se gana, pero también se pierde.

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A juicio de Romero, en los últimos años los llamados unicornios -startups exitosos que prevalecen más de dos años de vida y superan en estadística al 95% del resto de la competencia- se han convertido en “diamantes en bruto para los inversionistas, ya que, al brindar capital, estos pueden influir en los procesos productivos, ya sea con asesorías o toma de decisiones para garantizar su capital y especialmente, el rendimiento de la pyme”. Pero “¿qué debemos tomar en cuenta antes de invertir? ¿Cómo asegurar nuestro éxito?”, nos pregunta el especialista.

Primero que todo, elegir los prospectos adecuados y tomar la decisión final basándola en un arduo análisis que se base “en la oportunidad, el equipo, la sinergia y la transacción”.

En otras palabras, la startup adecuada es para Romero la que cuente “con una solución diferenciada (con una ventaja competitiva única), un mercado con necesidad del producto o servicio, un equipo estructurado, un modelo de negocios adecuado, capital de trabajo (sin deudas), una buena administración del producto y con líderes que cuenten habilidades de negocio”.

Asimismo, “será importante evitar empresas sin enfoque, con poca ambición, con adversidad al riesgo, o con socios que no congenien con los inversores”, añade el CEO de Horus Group.

Un segundo paso imprescindible es elegir el tipo de inversión. Desde los Wallenbergs hasta los Rockefellers han tenido que elegir la forma de invertir antes de tomar la gran decisión de arriesgarse. Y aunque existen numerosas formas de hacerlo, Romero nos recomienda “irnos por el capital de riesgo o venture capital, una fuente de financiación que actúa en compañías en fase temprana con el objetivo de obtener un alto retorno de inversión (al asumir un alto riesgo) al comprar un porcentaje de participación en la compañía”.

Al convertirse en inversor, tendrá preferencia de dividendos, derechos de vetos, derechos de compra preferente, derechos de conversión y derechos de venta conjunta. A cambio, los inversionistas multiplican la velocidad de crecimiento de la empresa y optimiza la cuenta de resultados y la generación de flujo de efectivo. En muchas ocasiones, irse por el camino del venture capital beneficia 200 veces más a los capitalistas que el resto del tipo de inversiones”, destaca Romero.

Un tercer tema ineludible es definir el monto y el período de inversión, es decir, la cantidad de dinero que se invertirá en la startup y cuánto tiempo dejarlo ahí. “Se recomienda entre 5% o 20% del salario. Hay que recordar que es un activo de alto riesgo y, por lo tanto, tiene que ser un monto que estemos dispuestos a perder. De lo contrario, los altos y bajos de la startup se convertirán en una fuente de estrés y, eventualmente, pueden dañar la relación con los emprendedores”, advierte el experto.

“Debemos recalcar que 9 de cada 10 startups quiebran, por lo tanto, es importante no poner todo el capital en una sola, hay que diversificar para lograr manejar el riesgo y así estar dispuestos a perder dinero”, añade.

Finalmente, tener claro cuál será el plan de salida. Para este último paso habrá que preguntarse: “¿qué tipo de seguimiento le voy a dar a esta inversión? ¿Qué oportunidades tengo como inversor para salir de la empresa cuando llegue el momento? Si no estamos seguros del proceso, siempre podemos tener la alternativa de invertir de forma indirecta a través de un fondo de inversión (especialista en venture capital) y confiar en la capacidad inversora a expertos en este tipo de negocios y dejarnos ayudar a superar los retos que vengan en el camino”, finaliza Romero, quien nos regala una cita por si aún tenemos dudas: “El emprendimiento es como una montaña rusa, si no te gustan las bajadas y subidas, así como el riesgo, pero sí disfrutas del carrusel acompañado del movimiento relajado, no inviertas”.

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