Por Solange Reyes, gerente general de Prodigio Tech.
La Ley de Portabilidad tiene por objetivo facilitar el cambio de los productos financieros vigentes de una entidad financiera a otra, disminuyendo los costos y tiempos de los trámites, y aumentando la competencia en el mercado. Sin embargo, este beneficio no ha sido tan potente como se esperaba en Chile. La Asociación de Bancos e Instituciones Financiera (ABIF) estima que solo alrededor del 40% de los clientes ahora recibe mejores condiciones al solicitar este tipo de trámites.
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En este 40% se incluyen las personas que se cambiaron de banco porque las condiciones del nuevo oferente eran superiores, y también quienes se mantuvieron en su entidad financiera, pero a raíz de la portabilidad, con mejores tasas o precios. El 60% restante se divide entre personas que no obtuvieron un crédito de un nuevo oferente, y quienes todavía esperan una respuesta a dicha solicitud.
Desde Prodigio Tech, empresa nativa digital especializada en tecnología de punta, identifico 4 errores en el proceso de la Portabilidad Financiera:
- Altas expectativas por la Portabilidad Numérica: el sector de la telefonía ha tenido un proceso bastante exitoso, porque hoy los chilenos, cuando se quieren mover de una compañía a otra, se enfrentan a un proceso transparente, fluido, sin fricciones. Por eso es que el gobierno usó el mismo concepto para bautizar su proyecto Portabilidad Financiera, sin embargo, un producto financiero es algo mucho más complejo.
- Mercado poco competitivo: el mercado financiero es más bien colaborativo. Los bancos tienen tasas muy parecidas entre sí, por lo que cambiarse de uno a otro no marca una gran diferencia.
- Falta de visibilidad: la banca no ha presentado la Portabilidad Financiera a sus clientes. La posibilidad de pasar de uno a otro banco es una opción que está muy escondida en sus sitios web corporativos, y no existe una promoción para esta en sus canales digitales.
- Procesos poco digitales: si bien se han digitalizado varios procesos, falta avanzar más, para lograr una mayor rapidez y fluidez.
Una solución a la falta de apoyo a la ley de Portabilidad Financiera, y a la difusión de las posibilidades que esta otorga a los usuarios del sistema podría surgir desde el open banking, a través del desarrollo de una o más plataformas que posibiliten que, por ejemplo, la aparición de de un intermediario que negocie por ti créditos y se haga cargo de efectuar de forma inmediata los cambios que permite la ley. Sería una manera de decirle adiós a la lenta y friccionada respuesta de los bancos.