Consolidar las operaciones en México y arribar a Brasil, mediante un proceso de internacionalización que privilegie la solidez más que el crecimiento acelerado, tienen a esta startup chilena a las puertas de convertirse en el primer unicornio HR Tech de América Latina.
Buk arribó a México de la mano de Andrés Gómez, un abogado colombiano graduado en Chile, que llegó después de liderar la internacionalización de Lemontech, la startup chilena pionera del legaltech en la región.
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La compañía, que ofrece un sistema integrado para la gestión de recursos humanos en una sola plataforma, recibió una valoración de US$500 millones en febrero de este año, cuando anunció una segunda ronda de financiamiento por US$35 millones por parte de Base10 Partners y Greenoaks para potenciar su crecimiento a partir de la internacionalización, y después de haber recibido US$50 millones solo cuatro meses antes.
Conversamos en la Ciudad de México con Andrés Gómez, días después del lanzamiento de Copilot, una integración de su sistema con ChatGPT, a partir de una alianza con OpenAI, la nueva apuesta de Buk en la búsqueda de la innovación en un sector que parece liderar en América Latina.
–¿Cómo termina un abogado trabajando en tecnología en Chile?
-Yo llegué a Chile gracias a una convocatoria del Banco Santander para terminar mi carrera. Me decidí por Chile porque tenía los mejores números e índices en negocios, en estabilidad económica, política, y, sobre todo, muchas similitudes con el Derecho colombiano.
En Chile conocí a mi esposa y muy poco tiempo después de graduarme decidí no ejercer mi carrera; era muy inquieto y sentía que el mundo del Derecho era muy procedimental, muy apegado a la normativa y yo tenía una parte creativa que me llevaba a hacer más cosas. Por esos días, además, conocí a Fernando Leñero, que en su momento dirigía Lemontech, pioneros del sector. Cuando me pidió que lo ayudara, eso fue mi renuncia tácita al Derecho. Me quedé en Chile y empecé a hacer de todo en Lemontech: arranqué en el área comercial y de producto, donde pudiera aportar mi visión como abogado, porque además entendía cómo venderles a mis colegas. Abrí el mercado en Perú, en Colombia, en México y el de las grandes empresas chilenas.
Me fue muy bien y me di cuenta que el mundo de los negocios y de la tecnología eran lo mío. Pero no quería el mundo corporativo tradicional: no quería retail, ni el consumo masivo, sino empresas tech. Así que durante esa época, alrededor de 2017, me conecté mucho con el ecosistema de emprendimiento en Chile que, afortunadamente, todavía se mantiene. Ahí conocí a Jaime Arrieta y a Santiago Lira, cofundadores de Buk.
-¿Y cuándo decides moverte a Buk?
-En 2021, después de 6 años de traer Lemontech a México, decidí dar un paso al costado. Me contactó Santiago Lira y me contó sobre la expansión a México después de que habían entrado US$50 millones de una inversión serie A que lideró Softbank. Me contaron que el país era la prioridad. El proyecto me pareció suprémamente interesante. Ahí empezó esta historia.
–¿Cómo usaste la experiencia que acumulaste con Lemontech? De una legaltech a una HR Tech.
-En Lemontech cometí todos los errores que uno supone debe cometer al traer una empresa de Chile a México: pensar que la cultura es parecida; liderar equipos comerciales y equipos de marketing como si fueran lo mismo; no entender que la idiosincrasia de las personas es distinta, y que el cliente también es distinto, por eso se le vende distinto. Ese entendimiento de mercado me ayudó mucho al principio. Pero, además, en Lemontech empecé a conocer la legislación local, las regulaciones, la forma cómo México regula el mundo privado. Eso es supremamente importante en Buk, porque nosotros solucionamos la nómina, que tiene muchísima legislación y es muy local. La nómina en Chile es distinta y tuve que aprender lo que un empleador en México tiene que saber respecto a su nómina y respecto de la evaluación de desempeño.
–Arrancas en diciembre de 2021, muy poco tiempo para todo lo que ha pasado.
-Yo soy el primer “buker” de México. Mi desafío era traer una empresa chilena a México, armar equipo, asegurarme de que el producto estuviera tropicalizado en el mercado mexicano, y hacer que la marca se conociera. Empezamos a vender en abril del 2022 y nos ha ido mucho mejor de lo que creíamos. Ya tenemos más de 150 empresas que son clientes. Eso se traduce en cerca de 30.000 personas que usan nuestro sistema. Y la meta es que 180.000 lo usen antes de que termine el año. Cerraremos con 10x lo que hicimos el año pasado.
-Están cerca de convertirse en un unicornio, pero no son tan seguidores del paradigma del growth. ¿Cómo es eso?
-Hemos buscado crecer orgánicamente. Es más, los primeros cuatro años “bootstrapeamos”, crecíamos conforme los recursos lo permitían. La financiación por parte de Softbank y Greenoaks llegó sin buscarla. Fue la tercera serie A más grande de toda América Latina, US$ 50 millones.
-¿Y por qué crees que estos VCs le están apostando tanto a Buk?
-Dos factores diferenciadores respecto del mercado y respecto de los otros players: somos una solución integral, y eso tremendamente positivo para las empresas, porque ya no quieren tener cinco proveedores para una misma área; el segundo, que somos una empresa regional, porque ya estamos en los cinco países más grandes de América Latina, y estamos abriendo Brasil, aunque la ejecución es local. No había un sistema que pudiera ofrecer la misma solución para todos los países, pero con una ejecución local, porque la nómina es distinta en México que en Colombia, en Perú que en Chile. Eso nos ha permitido recoger las mejores prácticas del continente, al tener más de 4.000 empresas clientes en toda América Latina.
–Eso es una data muy poderosa.
-Claro. Sabemos las tendencias, sabemos qué es lo que las empresas necesitan. La data es tremendamente relevante y eso lo traducimos en mejorar cada vez el sistema y es por eso que recién anunciamos el lanzamiento de CoPilot en alianza con OpenAI.

LA TROPICALIZACIÓN TECH DE LOS RECURSOS HUMANOS
-¿Cómo fue el arribo en México?
-Es natural llegar a un país y primero generar el Product Market Fit con los clientes pequeños, de 0 a 100 colaboradores. El primer semestre del año pasado nos enfocamos a eso y lo logramos muy rápido. En junio de 2022 nos dimos cuenta que jaló y jaló bien, con lo cual abrimos la llave y liberamos a todo tipo de clientes y a todo tipo de industria.
Hoy tenemos clientes como Nowports, que es una empresa de tecnología, pero también clientes como la Universidad Autónoma de Guadalajara, una empresa más tradicional, de 2.500 personas; o la embotelladora AGA del Centro o Soriana. La ventaja de Buk es que no es un sistema de nicho, es decir, cualquier empresa que tenga empleados, que deberían ser por definición todas, pueden usar Buk. No tenemos limitación de industria, no tenemos limitación de mercado.
Nuestro objetivo es crear lugares de trabajo más felices. Tratamos de facilitar la vida no solamente de los profesionales de HR. Automatizamos todo el proceso mecánico para que para los profesionales de HR se enfoquen en las personas. Por ejemplo, si un trabajador quiere pedir vacaciones, lo puede pedir en el mismo momento, de manera automática, y no tiene que esperar una respuesta que puede tomar meses.
–¿Unen a las dos partes de la relación laboral a través de la plataforma?
-Exactamente, administra todo lo que tiene que ver con el área de recursos humanos y el colaborador, haciéndole la vida más fácil de cara al empleador. Eso genera un engagement poderoso; el colaborador se siente parte de la empresa si puede disponer de su información en una aplicación.
–¿Qué porcentaje de la facturación es de México en el global?
-Es muy pequeña todavía, un 2%. Pero la primera y la segunda inversión están dirigidas a fortalecer México y a la apertura de Brasil. México está creciendo tres veces más rápido que en su momento lo hizo Chile, Perú y Colombia.
–Vimos que hace poco adquirieron una startup edtech, ¿el objetivo es integrarla a la parte de beneficios de Buk?
-En el 2021, Buk compró una edtech chilena (además de otras adquisiciones) enfocada en capacitación continua, llamada Boost y la integramos al paquete de ofrecimiento de Buk hacia los clientes. Ahora cualquier cliente puede crear sus cursos de capacitación para su personal y seguir el tracking.
Y también hemos diseñado cursos propios. Hoy día tenemos un catálogo de cientos de cursos propios transversales, y eso es tremendamente importante porque le estamos dando una herramienta a la empresa para que empodere a sus colaboradores con cursos que, incluso, van más allá de su área de trabajo. Hay cursos de cocina, hay cursos de liderazgo, etc…
–¿Cuáles son los grandes obstáculos que han encontrado en la llegada a cada país?
–Nuestro competidor siempre es el statu quo, por lo tanto, hay una labor muy evangelizadora. Y después las regulaciones locales. Entenderlas, volverse un experto. Y tercero, tiene que ver con las dificultades para levantar equipos que escalen. Este año vamos a terminar con 120 empleados; en tres años vamos a ser una empresa de 600 personas.
Y el último desafío tiene que ver con cuidar la cultura de empresa. Nuestro lema de crear lugares de trabajo más felices empieza desde casa. Tenemos nuestra encuesta de clima interno y los números son altísimos y los queremos cuidar siempre.
–¿Qué indicadores usan para ver la satisfacción de sus clientes?
-Uno tiene que ver con el churn rate (tasa de abandono), que son las caídas de los clientes, y otro tiene que ver con el Net Promoter Score (NPS). Nuestro churn rate es supremamente sano, de menos de 1% anual. El estándar de la industria está alrededor del 6%. En México, nuestro NPS es de 88 puntos, bastante alto por nuestra solución integral. Vamos al corazón de la empresa y los apoyamos ahí.
¿Hay alguna empresa internacional que haya sido la inspiración de Buk?
Hay empresas dentro de la industria que lo están haciendo muy bien. Por ejemplo, Rippling es una empresa que nos inspira constantemente, también Workday. En América Latina no lo vemos tan claro. Antes de nosotros estaba un SuccessFactors, de SAP, pero el segmento y el mercado de SAP es un poco distinto. Ellos van a empresas muy grandes con headquarters que están afuera.
–¿Qué sigue para Buk en el corto plazo con la consolidación de México?
En México, primero, en cuanto a clientes, crecer por diez respecto de lo que teníamos el año pasado. Segundo, en tres años tiene que ser el país más grande respecto de la facturación. Al cortísimo plazo estamos lanzando un par de módulos tremendamente importantes que van a aportar a la integralidad y que tiene que ver mucho con CoPilot.

COPILOT, LA IA A SERVICIO DE LOS RECURSOS HUMANOS
–Estuvieron en San Francisco hace poco firmando el convenio con OpenAI. ¿De qué se trata esta alianza?
-Es poder integrar de forma personalizada ChatGPT a Buk. No a través de las típicas APIs, sino personalizar la herramienta dentro de Buk para lanzar CoPilot. Ya estamos lanzando la primer versión.
Básicamente es un asistente virtual. Un ejemplo: la reforma laboral de vacaciones se lanzó hace un par de meses. Tengo un trabajador que lleva un año y dos meses conmigo. ¿Se le aplica el nuevo régimen o se le aplica el régimen antiguo? Lo escribe en el CoPilot de Buk que estudia nuestras guías, y la biblioteca que hemos escrito te resuelve el caso específico. Un asistente inmediato aplicado para todos los clientes de Buk, tanto para gerente de recursos humanos como colaboradores.
Es una revolución. Otro ejemplo: un director de recursos humanos quiere saber cuál es el beneficio más valorado de los empleados. Copilot investiga y dice el beneficio más usado es el de gimnasio y lo usa el 80% de los empleados, de los cuales el 70% son mujeres y el 30% son hombres. Entonces, la compañía sabe al instante cuál es el beneficio que más usa y a partir de esa información se pueden tomar decisiones, como potenciar ese beneficio o lanzar una campaña.
¿La IA va a ser una parte vital de lo que hace Buk?
-Se convirtió en un eje fundamental en el sistema. Felipe Sateler (cofundador de Buk) estuvo hace poco en San Francisco en Open AI. No nos tomamos la inteligencia artificial como simples espectadores, queremos ser protagonistas, al menos para el sector en América Latina. Estamos siendo pioneros.
-¿La tecnología está cambiando de manera radical la gestión de los recursos humanos?
-Hay un boom en el mundo y hay un boom en México. Estamos en el lugar correcto.