Con un paso anterior por el gigante industrial Techint, García Enciso conversó con Tekios sobre su salto personal al mundo de las startups y de los dramas por los que pasan las pymes que emprenden en el e-commerce, empresas que deben aprender a tener mucho más que buenas ventas.
-Contabilium llega a Chile en marzo pasado, apoyada por Start-Up Chile. Esto calza con tu nombramiento.
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-Sí, así es, pero ya era parte de Contabilium, desde hace 3 años y medio puntualmente. Y como participamos de la aceleradora Start-Up Chile y fuimos seleccionados, entonces, en conjunto con esa oportunidad apareció el desafío de tomar puntualmente el rol como Country Manager.
-Veía en tu hoja de vida que antes de Contabilium, del mundo de las startups, estuviste en el grupo multinacional Techint.
-Sí, porque mi profesión… en Chile el cargo sería ingeniero civil industrial, creo que es el equivalente a mi carrera, como para hacer un paralelismo, bien relacionado con procesos industriales, de fabricación. Y tuve un paso por el grupo Techint, particularmente en Argentina donde tiene mucho prestigio. Hacer carrera en esa empresa es algo a lo que muchos dentro de nuestra rama aspiran, y uno de esos trabajos fue en la planta en Campana, de productos para la industria de petróleo y gas.
-Una industria dura. Ahora cuéntame cómo se da en tu vida este salto al e-commerce.
-El petróleo es una industria muy dura, es cierto, en el sentido de que es muy técnica, muy física por así decirle en cuanto al tipo de trabajo, de campo, demandante y 24/7 por que deben estar permanentemente operativas. Creo que el cambio se debió a nivel personal porque era el año 2016/2017 y se estaba dando un boom muy grande de empresas tecnológicas en Argentina, ya con 5 unicornios locales, entonces, ese gran crecimiento me empezó a llamar mucho la atención.
Sentí que era el momento justo para venir a esta industria, puntualmente, sin destruir mi carrera, por así decirlo. Además, igualmente muchos empleados del grupo Techint, con mucha más historia que yo, gente que estaba a niveles gerenciales, con 10 o 15 años en la compañía, también pudieron hacer ese cambio de tecnología y llevar todo su conocimiento a otros rubros más nuevos.
-¿No habías sentido el germen del emprendimiento durante tu formación académica?
-La ingeniería industrial aquí, por lo menos, es muy amplia, te da un abanico de posibilidades muy amplio a nivel laboral, entonces, no te encerrabas en ninguna industria, no te encerrabas en ningún tamaño de empresa. Dentro de lo que fue el trabajo académico sí teníamos varias materias donde armar tu emprendimiento, un plan de negocio, el flujo de caja y esas cuestiones a nivel teórico, obviamente, sin la validación del mundo real.
El germen emprendedor surgió cuando hice el cambio de tecnología, cuando directamente pasé de una corporación de 50.000 empleados a una startup de 20; y hoy estoy convencido de que el rubro startup es mucho más para mí que la gran corporación multinacional.
-¿Es mucho más para ti porque tienes, de alguna manera, una capacidad emocional para no estar solo bajo el paraguas de una empresa poderosa?
-El gran atractivo que tienen las startups es que hay mucho para hacer, para innovar, para descubrir, porque lo que te da este rubro es una reinvención permanente; no podés quedarte con lo que sabés, no podés quedarte con lo que tenés.

EMPRESAS FAMILIARES
-Hablemos de Contabilium. ¿Cuáles son las características comunes de los que son tus clientes?
-En todo tipo de comercio el cliente está mucho más exigente, y en varios sentidos: la información que quiere tener de nuestros productos y servicios; que las condiciones se cumplan; que como empresa tengamos responsabilidad social, responsabilidad ambiental, etc. Entonces, nuestro cliente es mucho más exigente, demandante e impaciente. Y el emprendedor, el de la pyme, quiere crecer rápido, perdurar en el tiempo, porque tiene que responder a estas necesidades de sus clientes y una de esas es la velocidad. Debe responder en el momento adecuado, despachar en el momento; si mi cliente detecta algo que no le gusta… Se volvió todo muy dinámico y muy de corto plazo.
-En el caso de las pymes y de los nuevos emprendedores, estos muchas veces han formado empresas familiares que parten en un matrimonio, dos amigos, dos hermanos, etcétera. No necesariamente poseen conocimientos muy profundos de la transformación digital. ¿También eso es parte del perfil?
-Tal cual como dices, son gente que tuvo una idea, que enfrentó un problema y buscó una manera de resolverlo y eso lo terminó transformando en un negocio. O que tenía algún tipo de pasión y buscó la manera de capitalizarla. No sé, me gusta mucho leer y me gustaría a través de una librería poder compartir ese gusto, mis sugerencias, mis recomendaciones, para poder formar un vínculo.
Pero la pasión puede fracasar. Una de las estadísticas más duras es que la mitad de las pymes fracasan en el primer año y casi el 90% fracasa antes de los 5, entonces, es un rubro muy duro. En general no se realmente qué significa emprender o con qué es lo que te vas a encontrar cuando llegas a emprender; uno piensa que con poner un negocio online y subir unas publicaciones, ya empiezas a vender, pero hay toda una parte fiscal, legal, de recursos humanos, de logística, stock… Se empieza a abrir un mundo muy grande desde cuestiones que de fuera no se ven y por eso sobreviven solo los que se van adaptando.
Lo mismo les ocurre a las empresas de familia, donde la primera generación es la que armó el emprendimiento, la que lo potenció, la que lo llevó a lo largo del tiempo, pero la segunda generación o la tercera no comparte ese mismo motor que impulsó esa pyme en la primera etapa y no se logra la subsistencia. El fanático de los autos era el abuelo y hoy a mí me importa mucho más la moda.
-Y todo eso con el componente, por lo menos en los últimos 2 años y medio, ya casi 3, de la pandemia, que significó un cambio global, una transformación general. Ese periodo calza con tu llegada a Contabilium.
-Sí, justo a los 6 meses de haber entrado en Contabilium llega la pandemia. Y sí, la pandemia provocó una transformación muy grande, y ahora se está como aplanando un poco esa transformación. Si tomo el caso de Chile y me baso en datos de la Cámara de Comercio de Santiago, durante la pandemia el comercio electrónico creció a un ritmo de 120%, se duplicó el comercio electrónico en los 2 primeros años de pandemia, pero hoy el crecimiento es distinto; del 30% al 35% los próximos años, o sea, hay una curva de aplanamiento de todo ese comercio digital, por eso es que una de las conclusiones que se extienden de eso es que toda pyme que no se subió todavía al carro del online, probablemente no se va a subir. Sí sobrevivieron la pandemia sin subirse al comercio electrónico, es difícil que lo hagan en el futuro. Por eso el crecimiento del comercio electrónico es ahora más cuestión de que nuevas empresas ya arranquen con esa metodología online.
-¿Cuál es el tamaño promedio de las empresas con las que Contabilium trabaja?
-El segmento al que en Argentina servimos son las pymes, a más de 5.000, y es ese segmento al que estamos buscando más en Chile, más tendiendo a la pequeña, a la que está entre los 23 y 25 empleados. Actualmente, ese es como el rubro principal, donde nuestra herramienta realmente hace una diferencia, donde nosotros resolvemos muchas cosas, principalmente, poder dar una herramienta centralizada para todo el negocio, ya que desde nuestra plataforma se puede realizar toda la gestión integral del emprendimiento, y tienen la información que necesitan para poder tomar decisiones y trabajar con todos sus canales de venta. Nuestro foco no es solo la venta online, sino con tu marketplace, llámese Falabella, Mercado Libre, y que esos canales estén sincronizados entre sí. Nosotros entendemos que nuestro cliente vende por muchos lugares y tiene que tenerlos todos unificados en una única plataforma. Eso es lo que le da Contabilium realmente.
-Uno de los temas complejos para esas pymes es la facturación.
-Exacto. Uno de los principales desafíos que tiene el emprendimiento en sus etapas más iniciales es el flujo de caja, que es contar con los fondos en el momento en que se los necesita. Entonces, si estoy vendiendo, estoy facturando, pero quizás no cobré; y si no haces una gestión eficiente de la cobranza puedes tener un compromiso de pago para el que no estés preparado.
Todo esto es algo que las pymes en sus etapas iniciales llevan en un Excel, en una lista, en un cuaderno a mano, y eso es muy fácil de perderlo, de no gestionarlo eficientemente, y a fin de cuentas, perjudicas el negocio. No gestionar los cobros puede terminar afectando a una pyme y que tenga que cerrar el negocio.
-¿Cómo abordan el tema de la cobranza?
-Nosotros estamos en todo lo que es la facturación, directamente conectados con el Servicio de Impuestos Internos, para que todo comprobante que se emita tenga validez legal y su parte fiscal correspondiente asociada; y también disponemos en la plataforma de todas las herramientas para la gestión de las cobranzas, sincronizados con distintos canales de pago y plataformas como Mercado Pago, por ejemplo. También le damos al usuario esa gestión de cobranza simplificada y automatizada, es decir, cuando facturaste, que puedas poner una fecha de vencimiento y que el sistema te avise ‘tenés que cobrar esto’.