13/10/2021
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Cebras y camellos: las nuevas alternativas a los unicornios

OPINIÓN - Por Pablo Yañez, VP de Producto Datos de Lumen LATAM.

Por Pablo Yañez, VP de Producto Datos de Lumen LATAM.

Muchos inversores se proclaman a sí mismos como cazadores de unicornios. No están acechando animales míticos, sino buscando empresas que alcancen valoraciones superiores a los US$1.000 millones para invertir. Y si bien en Latinoamérica han aparecido múltiples experiencias de éxito de este tipo, el boom de las súper startups también ha dado pie a otro tipo de emprendimientos.

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Según cifras de CB Insights, son 26 las startups latinoamericanas que han alcanzado el sueño de muchos emprendedores, ser clasificadas como unicornios. A nivel global, hay más de 654 unicornios con una valuación acumulada de US$2.147 billones, entre los que podemos encontrar referentes latinoamericanos como MercadoLibre, Nubank, Rappi y Despegar.com, aunque la presencia regional continúa siendo minoritaria en el potente zoológico de las startups, donde Estados Unidos y China representan el 73% de todo el mundo animal startup.

En medio del frenesí por encontrar a un nuevo unicornio, han comenzado a surgir nuevos proyectos, más equilibrados y de largo plazo, la aparición de nuevas empresas llamadas camellos  o cebras.

Las startups camello se definen como nuevas empresas o bestias robustas que son capaces de sobrevivir a las sequías (financieras en este caso). Son emergentes reales y resilientes que pueden sobrevivir a la falta de inversión y a estar sin sustento durante meses y gestionan muy bien los recursos. Un ejemplo es la startup brasileña bxblue, que permite comparar bancos y obtener un préstamo en menos tiempo.

Por otro lado, las cebras no solamente buscan crecer y generar beneficios a sus accionistas, sino que además quieren resolver problemas reales y profundos y reparar sistemas sociales existentes. Un ejemplo es Protera, una startup chilena que está desarrollando, a través de la inteligencia artificial, productos basados en proteínas naturales que extienden la vida útil de la comida sin conservantes químicos, y aceites más saludables, basados en vegetales, para reemplazar aceites de palma o grasas saturadas.

La esperanza de vida de una empresa es de 1 a 3 años, según un estudio realizado por el Failure Institute, un corto tiempo debido, principalmente, a factores de planeación estratégica en un 25% y de finanzas en un 39%, lo que las hace perecer en el famoso y temido «Valle de la Muerte», donde solo 1 de cada 10 emprendimientos sale vivo de ahí. Entonces, la importancia de los camellos y cebras cobra fuerza hoy, más que nunca.

Si bien es cierto que la creación de empresas representa una parte fundamental para el desarrollo de la economía de un país, no necesariamente uno con altos índices de emprendimiento refleja prosperidad. Por ello veo que los nuevos camellos y cebras, sumados a la fuerte influencia y al manejo de tecnología por estas empresas, van en la dirección correcta a la hora crear condiciones prósperas para nuestra región.

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