Para saberlo, disfrute la conversación que sostuvieron María Barceló, directora del Executive Master in Digital Business en Esade Madrid y consultora en transformación digital, y Neus Margalló, Market Research Manager de Adevinta.
Las tecnologías exponenciales como la inteligencia artifical o los nuevos modelos de negocio como la gig economy están transformando nuestra sociedad, cómo vivimos, cómo consumimos, pero también cómo trabajamos. Cambios que tienen un gran impacto en el mercado laboral presente y futuro que los profesionales no pueden ignorar.
Suscríbete a nuestro newsletter
Interesadas en este tema, María Barceló, directora del Executive Master in Digital Business en Esade Madrid y consultora en transformación digital, conversó con Neus Margalló, market research manager de Adevinta, sobre esta transformación estructural del mercado laboral y su relación con las nuevas profesiones que están surgiendo.
María Barceló: No hay duda de que todos hemos experimentado innumerables cambios con la convivencia con la pandemia provocada por la Covid-19. Tienen que ver con el consumo, con nuestras relaciones personales; cambios en ámbitos tan importantes como la sanidad o la educación y, muy especialmente en lo que hoy nos atañe, en el ámbito laboral: el teletrabajo, los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo, conocido como ERTE en España, una medida de flexibilización laboral que habilita a la empresa para reducir o suspender los contratos de trabajo), las innumerables videoconferencias o la desaparición casi por completo de los viajes de trabajo. Estas son algunas de las caras más visibles de este cambio que se está produciendo y que está siendo circunstancial.
Pero, más allá de estos cambios coyunturales, se está produciendo una transformación del mercado laboral mucho más profunda, que es estructural y tiene que ver con nuevas profesiones que están surgiendo, con las tecnologías exponenciales, como el impacto de la inteligencia artificial, con nuevos modos de trabajo, con la gig economy.
Y para hablar de esa transformación estoy aquí Neus Margalló, Market Research Manager de Adevinta, y coordinadora del informe anual de InfoJobs y Esade.
Neus, si te parece, podríamos empezar hablando de las competencias para el futuro del trabajo. Parece que existe un acuerdo sobre la necesidad de contar con nuevas competencias. Un ejemplo de ello es que el Foro Económico Mundial, en su último estudio, titulado The Future of Jobs, señala que en España solo el 55% de los trabajadores tienen competencias digitales. Y a mí me gustaría pedirte que nos dijeras cuáles son las competencias más importantes, según el último informe de InfoJobs y Esade.
Neus Margalló: Como muy bien dices, cada año hacemos un análisis conjunto Esade e InfoJobs del mercado laboral y cada año preguntamos a una muestra de 750 empresas cuáles son las competencias que valoran y buscan más entre sus empleados y, realmente, la primera competencia que destacan es el trabajo en equipo, indicada prácticamente por el 70% de las empresas, pero las siguientes competencias que se valoran más son, sin duda, la capacidad de resolver problemas, la adaptación al cambio y la productividad. De hecho, si te fijas, son todas ellas competencias que provienen del mundo digital, de una transformación que está exigiendo cada vez a los empleados competencias de este tipo, una tecnología que evoluciona y te pide que te adaptes al cambio: el trabajo en equipo en una economía colaborativa o la proactividad para ser un motor dentro de la empresa.
María Barceló: Ya lo has dicho pero, para profundizar un poco, cuando hablamos de competencias digitales, ¿se refieren a las soft skills? ¿Podríamos puntualizar un poco qué es lo relevante, cómo diferenciarlas o si, realmente, están muy relacionadas?
Neus Margalló: De hecho, no son exactamente lo mismo. Digamos que las soft skills ocupan un espectro más amplio y son aquellas habilidades blandas, actitudes, comportamientos e, incluso, rasgos de la personalidad que nos habilitan para un determinado trabajo o para el trabajo relacional. Casi te diría que es como hablar de la inteligencia emocional o de la inteligencia relacional que todos tenemos para trabajar. En cambio, las competencias digitales serían un subconjunto de estas soft skills y, además, les añadiríamos las hard skills, que surgen o se derivan de las necesidades aparecidas con la eclosión del mundo digital. Si analizamos esas skills que antes comentábamos, de hecho todas ellas son competencias digitales.
Entonces, casi te diría, María: tú que estás en el mundo más educativo, ¿qué opinas de las soft skills y de las digital skills? ¿Cuál es vuestra experiencia en las aulas?
María Barceló: Nosotros vemos las digital skills como un conjunto de competencias e incluso de conocimientos, porque cuando hablamos de definir modelos data-driven, basados en los datos, ya estamos hablando de algo que tiene que ver con los conocimientos, con los big data, con la generación de datos, mientras que las soft skills tienen que ver con la adaptación al cambio, con el trabajo en equipo, con la proactividad, es decir, el conjunto de las tradicionales soft skills y todos esos conocimientos digitales que son necesarios para los empleos del futuro, en un entorno cada vez más conectado y digital, así que los alumnos requieren esa combinación de competencias y conocimientos.
Y yo añadiría que lo que estamos viendo en este último año o en estos dos últimos años son dos soft skills para mí muy relevantes. Una es el pensamiento crítico, porque en un mundo en que a veces banalizamos el conocimiento y recibimos muchos inputs de las redes sociales y de numerosas fuentes, volver a los fundamentos del pensamiento crítico es esencial para los directivos. Y la otra, sobre la cual nos preguntan muchísimo y nos insisten en que les demos más formación, es la resiliencia. Llevamos doce meses en que los ejecutivos tienen que tomar decisiones en un entorno de incertidumbre que no habíamos visto nunca, y esto ha sido un cambio enorme y la resiliencia cada vez es más importante.
A mí me gustaría preguntarte cómo piensas tú que podemos potenciar el pensamiento crítico.
Y también observamos que hay demanda de profesionales con diez años de experiencia, pero también que los profesionales con treinta años de experiencia se están reinventando. ¿Cómo consideras tú que podemos potenciar el pensamiento crítico, este tipo de soft skill, a distintos niveles?
Neus Margalló: De hecho, desde InfoJobs decimos que siempre se está a tiempo, por ejemplo, de desarrollar una skill como el pensamiento crítico. Realmente lo único necesario para ello es tener la voluntad de hacerlo y, de hecho, justamente esta competencia, como muy bien decías, está muy solicitada, porque en el entorno actual tan cambiante tenemos que reinventarnos, y nosotros creemos que ya no es solo una soft skill, sino que se está convirtiendo en una cultura; de hecho, hablamos de la cultura de la mejora continua, que justamente habla de esto, de cómo nos mejoramos a nosotros mismos, pero también en relación con los objetivos de nuestra empresa, es decir, aquí estamos hablando de pensamiento crítico individual, pero también de pensamiento crítico sistémico, eso es, tanto de la mejor versión de mí, como de la versión que aportará más a los objetivos de mi empresa. A partir de aquí, ya es un tema de graduación, de hasta qué punto podemos desarrollar este pensamiento según el perfil y el ámbito de responsabilidad de cada persona. Pero, en cualquier caso, lo primero que tiene que haber es una voluntad de mejora continua, y eso lo trasladamos más bien a una cultura de empresa.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL PARA TODOS
Neus Margalló: Y, pasando de las competencias a los conocimientos en este entorno digital, ¿es importante también tener conocimientos de programación o de inteligencia artificial?
María Barceló: Muy buena pregunta. Yo creo que los conocimientos de programación, que nunca están de más y son promovidos por movimientos como code.org, impulsado por Mark Zuckerberg y gente muy relevante del mundo digital a escala global, son importantes, especialmente si tienes responsabilidades funcionales, pues te van a ayudar a entender todo lo que está viniendo y lo que está por venir, Así que, si tienes un puesto funcional, aprender un poquito de programación, conocer básicamente cómo funciona y cómo es el razonamiento en programación te va a venir bien para entender cómo hemos de aplicar las nuevas tecnologías en cualquier tipo de entorno. Y lo que sí creo que es muy importante es entender qué es la inteligencia artificial: un conjunto de tecnologías que tienen que ver con el reconocimiento de la voz, con los asistentes virtuales, con el reconocimiento facial, con el aprendizaje automático (machine learning) y otras muchas tecnologías. En este caso, creo que es importante tener no un conocimiento tecnológico, sino un conocimiento del impacto que puede tener en los modelos de negocio. En este sentido, a mí me gusta resaltar mucho lo que ha hecho Finlandia, que ha puesto un curso de inteligencia artificial a disposición de todos los ciudadanos y, desde las Navidades del 2020, lo tradujo al inglés y lo puso a disposición de todo el mundo. Es un curso de seis semanas que permite entender qué es lo que hay detrás de un coche eléctrico o de un sistema de reconocimiento facial, para ayudar a hacer esa reflexión sobre el mundo que está viniendo y ayudarnos a entenderlo.
Ciertamente, lo que ha hecho Finlandia es increíble. Y creo que tiene que ver también, dentro de las competencias digitales, con lo que llamamos reskilling y upskilling, eso es, con el cambio. Los expertos sostienen que, en España, al menos el 50% de las plantillas necesitan hacer un reskilling en los próximos seis meses. ¿Cómo ves tú estos conceptos de reskilling y upskilling? ¿Qué implican?
Neus Margalló: De entrada, para contextualizarlo un poco, diremos que el upskilling implica adquirir competencias para seguir evolucionando en un mismo puesto de trabajo o en una misma función para mejorar nuestro desempeño; en cambio, el reskilling hace referencia a la adquisición de nuevas competencias para cambiar de puesto o de función.
De hecho, son conceptos muy nuevos y ligados justamente a este proceso de transformación. Sabemos que la tecnología, sin duda, nos va a ahorrar tareas rutinarias y repetitivas, pero también implica aprender competencias nuevas, aplicables a la función actual o a una función nueva. De hecho, los expertos están diciendo –y, a veces, son mensajes un poco alarmantes– que van a desaparecer más de 85 millones de tipos de puestos de trabajo y que, al mismo tiempo, se van a crear 100 millones de puestos nuevos.
Yo creo, honestamente, que vamos a asistir justamente a esa transformación. Para poner un ejemplo muy concreto, pero muy gráfico y que se va a entender, antiguamente en los departamentos de marketing existía la figura del desarrollador de clientes. ¿Qué era el desarrollador de clientes? Era una persona que tenía conocimientos de marketing y algunos conocimientos de analítica. Era una persona con pensamiento analítico que se dedicaba a captar clientes o a hacer crecer el valor de los clientes en los distintos canales de marketing. Hoy en día, este puesto ya no existe, pero existe un nuevo puesto: el growth hacker. ¿Qué es el growth hacker? Es una persona que no solamente tiene conocimientos de marketing y es una persona analítica, sino que también tiene conocimientos de programación, de ingeniería y de posicionamiento online. ¿Para qué? Realmente, la función ha cambiado el puesto y han cambiado sus competencias, pero en realidad persigue el mismo objetivo, con un nivel de competencias mucho más elevado y mucho más rico. Este sería, pues, el ejemplo de un puesto que ha desaparecido pero se ha creado otro que, en realidad, es una evolución del primero, producida por este reskilling de que hablábamos.
Y, de hecho, María, tú que trabajas desarrollando programas de formación y reskilling en diversas empresas, ¿qué organizaciones están implantando ya estos programas de reskilling y upskilling para sus profesionales?
María Barceló: Indudablemente, las grandes empresas, como IBM, Cisco o el BBVA, tienen programas de reskilling. Recientemente, he conocido de cerca un proyecto muy interesante que ha puesto en marcha Telefónica, el SkillBank, que consiste simplemente en un modelo de autoevaluación de las competencias de sus empleados para mapearlas todas y que ya cuenta con un banco de datos de más de 1.500 competencias y 450 combinaciones y perfiles. Y lo importante, en este caso, es que la persona define cuáles son sus competencias y que no hay un sesgo posterior del directivo. Lo que se busca es el viejo sueño de intentar tener, en vez de una gestión por áreas funcionales desde recursos humanos, una gestión por competencias, que yo creo que es muy interesante.
Indudablemente, también hay muchas pequeñas empresas. A mí me consta que las grandes asociaciones de pequeñas y medianas empresas están buscando estos programas de reskilling y se están acercando a las escuelas de negocios, a las universidades y a los centros educativos para promover esa cultura basada en datos tan necesaria para sus profesionales, o temas de inteligencia artificial o, simplemente, de trabajo en equipo, relacionados con la innovación, etc. Pero es un programa que ya está apuntando y han empezado a desarrollar las grandes empresas y casi todo el tejido empresarial, sobre todo con lo que ha pasado en estos últimos meses, buscando el reposicionamiento de sus profesionales a través de programas de reskilling y de upskilling.
Neus Margalló: Y, María, ¿qué le podríamos decir a la gente joven, que ahora ha acabado los estudios y empieza a incorporarse al mercado laboral? ¿También le afectan todos estos procesos de reskilling?
María Barceló: Yo creo que sí les afecta, porque incluso la universidad está incorporando aún nuevas carreras rápidamente. En Esade, tenemos un nuevo Master of Science; Comillas está implantando un ADE con big data, con temas de gestión de datos; muchas universidades están incorporando nuevas titulaciones o combinando titulaciones para ofrecer más empleabilidad en un mundo cada vez más digital, aunque sí es cierto que lo que los alumnos más jóvenes más reclaman son las soft skills, porque salen al mundo laboral y tienen muchos conocimientos y toda esa profundidad de pensamiento que les ha dado la universidad, pero les falta acercarse al trabajo en equipo, a las competencias de la innovación, al aprendizaje, a la gestión de la comunicación, y eso sí que es necesario que lo incorporemos más, para ayudar a toda la gente joven que se introduce en el mercado de trabajo a adquirir esas soft skills de una forma rápida y efectiva, en su primer año de vida laboral.
Neus Margalló: Realmente, a veces no pueden empezar a verlo hasta que empiezan a tener experiencia. E igual sería bueno poderlo incorporar antes.

MILLONES DE TRABAJADORES AUTÓNOMOS
Neus Margalló: Hay otra palanca de transformación en el mercado laboral que es la economía gig. Eso es: más allá de los riders y de los drivers, de los cuales hemos oído hablar mucho recientemente, están surgiendo nuevas oportunidades también para profesionales de perfil medio-alto para trabajar como freelancers o autónomos. De hecho, el Foro Económico Mundial también señala que el 41% de las empresas van a utilizar a proveedores externos y freelancers en los próximos años. ¿Tú qué opinas? ¿En qué medida está afectando la economía gig en el momento actual y cómo nos va a afectar en el futuro?
María Barceló: Yo creo que, en estos casos, conviene mirar un poco el mundo anglosajón, porque es donde surgen estas palancas de transformación del mercado laboral. Ha habido un debate enorme sobre los riders, sobre la “uberización” de la economía, etc. En España, hay una regulación cada vez más importante, que ha afectado a riders y drivers, pero no al resto de los autónomos, que llevamos trabajando en el mundo freelance desde hace mucho tiempo. En España, prácticamente somos cuatro millones de autónomos, y se calcula que cerca de medio millón en temas de perfil alto, tecnología, consultoría, etc., y creo que esta cifra está aumentando en los países anglosajones e irá creciendo cada vez más.
Hay dos corrientes: uno que señala que, en algún momento de la vida, habrá gente que dedicará parte de su vida profesional al trabajo bajo demanda o a la gig economy, y otro que apunta que será una elección, como estamos viendo entre la gente joven que quiere ser emprendedora o quiere trabajar directamente como autónoma, que no quiere ir a la gran empresa, sino ir al mundo del emprendimiento o al mundo freelance, porque piensa que es una oportunidad laboral. Indudablemente, yo creo que es una gran oportunidad para determinados perfiles, sin duda.
Neus Margalló: Y a estos jóvenes que tienen dudas sobre si encaminarse hacia el emprendimiento o ser autónomos, ¿qué ventajas les podríamos contar? ¿Qué ventajas ofrece el modelo para ambas partes, es decir, tanto para el empleador como para el autónomo?
María Barceló: Para el empleador, creo que está muy claro: en vez de incorporar a un perfil que a lo mejor vas a utilizar en algunos momentos para algunos clientes o para algunos proyectos, cuentas con él bajo demanda –eso es la gig economy: lo necesito para un proyecto determinado, lo contrato de fuera, probablemente durante el tiempo en que está contratado le pago más, pero no lo incorporo como una persona más de mi plantilla, sino que sencillamente es un colaborador o un proveedor, y eso cada vez está funcionando más. Y para la persona que funciona como autónomo, incluso para una pyme, establecer este tipo de relaciones es una fórmula mucho más rica, porque le permite acercarse al conocimiento de la gran empresa, es decir, aprender, además de tener mucha más libertad, en un mercado en que hay una cierta demanda –indudablemente, si el mercado está precarizado, no; pero si es un mercado como el de la consultoría o el de la tecnología o el de la programación, que son los grandes nichos, donde hay demanda suficiente, tú puedes elegir tus trabajos y cómo desarrollas tu carrera. O sea, que creo que hay ventajas tanto para el empleador como para el autónomo, y eso es importante.
Y, un poco para cerrar el tema de la gig economy, considero importante pensar que esta economía bajo demanda ha venido para quedarse; además, en el mundo del emprendimiento, cada vez es más frecuente ver a profesionales que se van moviendo de una empresa a otra y que incluso son inversores o tienen acciones en ellas. Y luego creo que hay otra palanca importantísima, sobre la cual me gustaría escuchar tu opinión y saber qué ha salido en el informe, que es todo el tema de las nuevas profesiones. Porque hemos hablado de nuevas competencias y de las nuevas fórmulas de contratación que han aparecido con la gig economy, pero están surgiendo también nuevas profesiones, más allá del data scientist o del digital product manager, que todo el mundo entiende, algunas de ellas –si miramos LinkedIn– de nombre impronunciable, a raíz de esa doble disrupción entre la recesión de la pandemia y las nuevas tecnologías, que ha llevado a la aparición de unos perfiles digitales nuevos por los cuales mucha gente quiere optar.

PROGRAMADORES A TOPE
¿Cuál es, pues, tu perspectiva, Neus? ¿Cuáles son las profesiones más buscadas y las que van a seguir siendo relevantes en los próximos años?
Neus Margalló: De hecho, María, como muy bien dices, están empezando a salir nombres, algunos de ellos impronunciables y otros que hace años que ya habíamos detectado en nuestro informe y lo único que ha hecho la pandemia es hacer que cada vez se demanden más, justamente por la transformación que están experimentando las empresas. Desde InfoJobs, lo que vemos es que siguen siendo muy buscados, y lo seguirán siendo en el futuro, los programadores de software de cualquier programa que te puedas imaginar, desde Python hasta Java, y también todos los programadores de blockchain –no nos olvidemos de este tema, que va a revolucionar el mercado y ya lo está desintermediando, y va a obligar al reskilling, sobre todo de los programadores.
También siguen siendo y van a ser muy solicitados los ingenieros de datos –que también pueden ser data scientists que sigan un proceso de reskilling–, así como los especialistas en big data, los analistas de datos o los consultores de analítica web o app. Luego, también está todo lo relacionado con el desarrollo del producto, y aquí hablamos de tecnología agile, de product owner, de guide coach, de scrum master, y todo el tema de los especialistas en energías renovables y en inteligencia artificial, en que se abre un campo enorme de profesiones, algunas de ellas de nombre impronunciable.
María Barceló: ¿Y dónde hay que ir a buscar a esta gente? Es decir, todos tenemos en la cabeza Silicon Valley y las grandes universidades. Indudablemente, yo creo que, en estos momentos, en China deben salir como cien mil profesionales expertos en matemáticas y en big data al año, pero en nuestro entorno más inmediato, ¿dónde están los caladeros de los nuevos perfiles profesionales? ¿Son solo las universidades? ¿Las universidades de más prestigio? ¿Hay que tener en cuenta las incubadoras, a “mis emprendedores” –como digo yo, que soy muy afín al emprendimiento? ¿Es importante la geografía? ¿Tú cómo lo ves?
Neus Margalló: Desde InfoJobs, lo que estamos viendo es que principalmente salen de las universidades y de los centros de FP. Lo que está ocurriendo es que el mercado tiene tal nivel de demanda que no salen suficientes licenciados ni suficiente gente de FP para cubrir toda esta demanda. Entonces, las empresas están acudiendo a las incubadoras a buscar a freelancers, a gente con experiencia, para cubrir esta necesidad. Y también lo que estamos viendo y viviendo desde hace unos años es la eclosión, en el caso de las TI, de las escuelas de coding, que te enseñan a programar en seis meses, lo cual es otro ejemplo de reskilling que realmente va en aumento y está permitiendo a mucha gente con una profesión concreta y que ha estado en el paro cambiar de profesión en seis meses: o sea, en seis meses han aprendido a reprogramar y se han recolocado en el mundo empresarial. Digamos, pues, que el mundo es capaz de reinventarse y está creando nuevas iniciativas justamente para cubrir esta demanda tan grande que está habiendo. Además, también se está recurriendo al talento extranjero, justamente porque hay mucha demanda en España y, además, nuestro país es un lugar especialmente atractivo para venir a trabajar.
Con respecto a lo que comentabas de la geografía, te diría que, para estos puestos tan punteros, la geografía ha dejado de ser relevante. ¿Por qué? Básicamente, porque hoy se puede trabajar en remoto y da igual dónde estés: lo que realmente prima aquí es, sobre todo, el talento y la experiencia.
Sí puede haber algunos sectores muy vinculados a un territorio en concreto donde acaso la geografía todavía nos limita, como la industria, la ganadería, la agricultura, pero incluso en este caso estamos viendo que la tecnología también está ayudando a gestionarlos en remoto.
María Barceló: Has tocado dos temas que quiero remarcar: el del coding, con los bootcamps de programación en seis meses, que están siendo un revulsivo para ayudar a la gente a reposicionarse en el mercado, y el de la FP, que hasta hace unos años ha sido la hermana pequeña de la formación superior y ahora está adquiriendo muchísimo auge, incluso en las formas de contratación y en los salarios que están percibiendo determinados profesionales que salen de la FP. Creo que eso es muy importante y da relevancia a que no solo en la universidad están los perfiles que va a demandar el mercado en el futuro.
Por último, me gustaría hablar de cuál es la perspectiva de futuro en la contratación según InfoJobs: ¿Qué está pasando en estos momentos y, en el corto plazo, cómo estáis viendo esa perspectiva de la contratación?
Neus Margalló: Justamente, desde InfoJobs estamos asistiendo los últimos meses a un crecimiento de las ofertas de empleo. Vemos también que se están empezando a reducir los ERTE, aunque todavía queda mucha gente afectada. Las empresas poco a poco están empezando a confiar en el mercado y, de hecho, lo que hemos visto en junio es que ya hemos superado el volumen de vacantes del año pasado, que por esta época estábamos en plena pandemia.
Y prácticamente estamos recuperando los niveles de 2019. Estos son, sin duda, datos muy esperanzadores y esperamos que con la quinta ola de la pandemia no se malogren.
También estamos viendo que la fe que tenemos en esta transformación, como tú bien decías antes, es que, como todo lo que estamos aprendiendo ha venido para quedarse, realmente estos cambios nos permitan hacer la transición hacia una economía de creación de valor, que es realmente lo que necesitamos, un cambio más estructural para poder crear valor y responder a las necesidades del mercado.
María Barceló: Gracias, Neus, por este mensaje esperanzador, después de todos estos meses. Creo que es importante un poco de esperanza y mejorar los indicadores.
Hemos hablado de competencias, soft skills, reskilling y upskilling, de la gig economy, del futuro de la contratación y del mercado laboral. Creo que, a lo largo de esta conversación a dos voces, hemos intentado tocar esas palancas y esos temas que nos preocupan a todos los que trabajamos en el análisis y el desarrollo de un mercado laboral con oportunidades, representando a InfoJobs y a Esade. Esperamos haber contribuido a la reflexión y al debate entre quienes nos escuchen.
Muchísimas gracias, Neus, por tu participación. Espero que podamos volver a compartir espacio en otro podcast.
Neus Margalló: Gracias a ti, María.