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El largo camino de la digitalización de los bancos en América Latina

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La banca tradicional ha disminuido el rezago de la digitalización, pero no a la velocidad que imponen los neobancos ni con el alcance que exige la inclusión financiera en la región. Un escenario difícil porque además han aparecido competidores de gran agilidad: las fintechs.

América Latina tuvo un comienzo tardío en la digitalización de sus servicios financieros, asegura el reporte “En búsqueda del tiempo perdido: la carrera por la digitalización de los bancos en América Latina”, de la unidad de Inteligencia de The Economist con la colaboración de Mambu, sin embargo, “en los últimos cinco años ha incrementado sus esfuerzos en búsqueda de recuperar ese tiempo perdido”.

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El reporte está basado en una encuesta a 105 ejecutivos bancarios en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, y se centra en el papel de los bancos tradicionales en la transformación digital de los servicios financieros en la región, el papel de la pandemia de Covid-19 en esta transformación, y las formas en la que los bancos están interactuando con el creciente sector de fintech que ya suma más de 1.200 startups en América Latina.

Según el estudio, los gobiernos han cumplido con su parte al reconocer el potencial de la digitalización y desarrollar una regulación específica para nivelar el campo de juego entre los bancos de primer nivel y los nuevos participantes, lo que presenta un escenario aún más difícil para los bancos: “Los gobiernos se han dado cuenta de que la digitalización es una herramienta para aumentar la competitividad y aumentar la inclusión financiera”.

La llamada revolución de los servicios financieros hoy es liderada por los neobancos y los nuevos proveedores de billeteras digitales, y no por los bancos tradicionales, asegura el reporte. A pesar de los avances en la digitalización, los bancos tradicionales se enfrentan hoy a sus altos costos operativos, los más altos del mundo, y a unos competidores con infraestructuras mucho más ágiles, las fintechs.

El documento calcula que en los últimos cinco años la inversión de los fondos de capital de riesgo en las fintechs ha aumentado de US$50 millones a US$2.100 millones, en 139 operaciones.

Los bancos tradicionales lentamente abrazan la digitalización, sin embargo, los esfuerzos se centraron, por mucho tiempo en mejorar la ciberseguridad; la vulnerabilidad tecnológica de este tipo de instituciones en toda la región los ha hecho blanco de grandes pérdidas en los últimos años (según un reporte de la OEA, 37% de los bancos latinoamericanos fueron víctimas de ciberataques exitosos en 2018). Además, las infraestructuras TI heredadas y las barreras organizacionales ralentizan los esfuerzos de digitalización y obstaculizan su capacidad para atender a clientes de menores ingresos.

Aquí puede ver el reporte completo.

DIGITALIZACIÓN EN MARCHA

Según 105 ejecutivos bancarios encuestados para el informe, se podría decir que las estrategias de los bancos tradicionales, después de 5 años de transformación digital, están bien encaminadas: el 98% de los ejecutivos dice que sus organizaciones tienen una estrategia de digitalización; el 50% califica la implementación de esa estrategia como avanzada; y el 40,3% de los ejecutivos de grandes bancos (con activos de más de US$1.000 millones) dice que su estrategia está muy avanzada.

Pero la prioridad de la transformación digital para estas instituciones sigue siendo la ciberseguridad (47%), aunque le siguen de cerca otros objetivos más acordes con la transformación que han impuesto las fintechs: mejorar la experiencia del usuario (41%), mejoras en el producto/desarrollo de servicios (33 %), más servicios para usuarios (28%), y en quinto lugar, adquirir nuevos clientes (27%). En este último objetivo, según las conclusiones del reporte, se deben concentrar muchos de los esfuerzos de los bancos tradicionales.

En cuanto a inversión tecnológica para los próximos tres años, sorprende que 52% de los encuestados señaló que la prioridad de los bancos es invertir en tecnologías emergentes como inteligencia artificial y soluciones machine learning; 35% en que el acento estará en la adopción de tecnologías de la nube, y 30% en automatizar las tareas de revisión y archivo.

La llegada de la pandemia Covid-19 ha forzado a la banca tradicional a reinventarse, aseguraron 82 % de los encuestados. 72 % no ha visto que la pandemia haya causado atrasos en su estrategia digital durante este periodo. El 40 % cree que verán una aceleración sostenida de su estrategia de transformación digital como resultado de la pandemia, probablemente provocada por los cambios en los comportamientos y demandas sus clientes.

Pero tendrán desafíos que sortear: las principales barreras para la digitalización de estas organizaciones, según los encuestados, son los riesgos de migrar datos a nuevas infraestructuras (39 %), la falta de alineación en la estructura organizacional (27%), y las dificultades que presentan las infraestructuras TI heredadas (24%).

El informe afirma, además, que para atacar estas barreras los bancos deben abrazar un acercamiento más holístico en su proceso de digitalización, es decir, priorizar una modernización profunda de su infraestructura TI, como han sido priorizadas las áreas de ciberseguridad y de data analytics de sus clientes.

¿HACIA LA INCLUSIÓN FINANCIERA?

Más de 40 millones personas de la región se bancarizaron en 2020. La mayor parte de este crecimiento se debe a la aparición de neobancos como Nubank en Brasil y Ualá en Argentina, y por proveedores de billeteras digitales como DaviPlata en Colombia, asegura el informe: “Todos estos actores atienden a un sector de la población que los bancos tradicionales han excluido (…) los bancos necesitan aumentar su base de clientes para seguir siendo competitivos”.

Además, predice el reporte, el comercio electrónico será utilizado por el 60% de los adultos de la región en 2022. “Este aumento exigirá una mayor integración entre los minoristas y bancos, así como la diversificación de productos financieros y servicios ofrecidos a través de canales online.”

Sin embargo, pocos bancos ven la digitalización como una forma de reducir costos operativos, que sigue siendo la barrera más importante para la inclusión financiera en el región: solo el 25% de los ejecutivos bancarios consideró que la reducción de costos operativos puede ser un incentivo para la inclusión financiera.

Este es el punto ciego de la banca tradicional, según el reporte de The Economist. Datos del Banco Mundial señalan que el 59% de la población en América Latina no tiene una cuenta bancaria. De esa población no bancarizada, 47% cree que tener una cuenta muy costosa.

Y la realidad parece darles la razón: según el informe de The Economist, a pesar de que los bancos latinoamericanos son de los más rentables del mundo, al mismo tiempo son los que cobran las comisiones más altas. Un sin sentido si se tiene en cuenta que la mayoría de los ejecutivos bancarios considera que el costo de atraer nuevos clientes con ingresos bajos es demasiado alto.

A pesar de este argumento, el reporte concluye que la digitalización podría crear importantes eficiencias en el mantenimiento y apertura de cuentas: “Los bancos digitales pueden aprovechar la tecnología para reducir costos de operación. Esto permite a los bancos ofrecer tarifas de servicio más bajas y atender a un sector más amplio de la población”.

FINTECHS Y BANCOS, UNA RELACIÓN AMBIGUA

Los bancos tradicionales están experimentando una transformación que ha sido impulsada principalmente por fuerzas externas, incluido el Covid-19 y el auge de las fintechs. El 87% de los banqueros está de acuerdo en que las fintechs están obligando a los bancos a repensar cómo se proporcionan los servicios financieros. Sorprende que la mayoría de esos bancos ven a los jugadores de fintech como potenciales socios, en lugar de competidores .

 “Esta colaboración podría conducir a un nuevo escenario donde los bancos tradicionales se retiran a un segundo plano, pero siguen siendo una parte integral del ecosistema financiero”, dice el reporte, y agrega que “las fintechs pueden ofrecer productos móviles y canales digitales que se adaptan a nuevos sectores de la población que se adaptan a un sistema financiero más amplio”.

Solo el 35% de los encuestados cree que los neobancos son la mayor competencia para los bancos tradicionales. Una afirmación que cuestiona el reporte de The Economist, ya que la amenaza que plantean los neobancos puede aumentar en el futuro cercano, porque “estos aspiran a convertirse en bancos con licencia completa, siguiendo el camino de neobancos en Europa, como Monzo y Revolut”.

Son pocos los bancos, dice el reporte, que han colocado la transformación digital en el centro de sus estrategias de crecimiento, y pocos comprenden el papel que puede desempeñar la digitalización para expandir su base de clientes.

“Las inversiones serán cruciales en la búsqueda de un crecimiento digital sostenible a largo plazo. Mientras que las fintechs están desafiando los modelos bancarios tradicionales que han dejado más de la mitad de la población de la región no bancarizada, su capacidad para proporcionar un conjunto completo de productos es limitado. Los bancos tendrán que cultivar asociaciones más sólidas con estas para aumentar la gama de productos y servicios a disposición de sus clientes, y al mismo tiempo aprovechar las oportunidades de mercado”, concluye el reporte.

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Cofundador de Tekios, es ingeniero industrial y periodista. Tras una larga experiencia en México y en Colombia en los sectores financiero, manufacturero e inmobiliario, hace más de una década publica en diferentes medios de América Latina: Milenio, El Universal, Expansión, Chilango, Animal Político (México); CNN y Esquire (Latam); Clarín (Argentina); Semana, Cromos (Colombia). Fue corresponsal de AméricaEconomía en México. Su continua búsqueda de historias originales y trascendentes dentro del periodismo de economía y negocios, lo llevaron al encuentro con las tecnologías disruptivas y su gran poder transformador para la región.