Elon Musk, take it easy: bitcoin transforma (y no desperdicia) la energía

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Por Cristóbal Pereira, CEO de LatAmTech Finance, director Académico en Blockchain Academy Chile, y Coordinador del Blockchain Summit Latam.

El tema del consumo de energía de la red bitcoin ha tomado fuerza en los últimos meses, luego de que Elon Musk anunciara que Tesla dejaría de percibir pagos en bitcoin, porque estaba preocupado por “el uso cada vez mayor de combustibles fósiles para la minería y las transacciones de bitcoins, especialmente el carbón”.

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Es probable que el anuncio haya sido una movida estratégica de Musk o simplemente una más de sus opiniones sorpresivas. Aclarar aquello no es lo importante, sino analizar el tema, sobre el que cae una preocupación nada nueva: las primeras críticas al consumo de energía de la red de bitcoin datan de, al menos, 2015, y se intensificaron en 2017, cuando estábamos viviendo un momento similar al que de hoy, un bull-run (una subida inmensa de los precios).

Pero es importante destacar, de entrada, que es impreciso considerar que bitcoin consume energía, ya que esta red no lo hace, sino que la transforma en seguridad, lo que nos permite confiar plenamente en su funcionamiento.

¿Por qué? Bitcoin requiere de un consenso para el ordenamiento de transacciones que nos permiten tener una única cadena de información, segura, transparente y confiable, comúnmente conocida como Prueba de Trabajo. Este proceso matemático y de incentivo económico para la obtención de nuevos bitcoins es lo que le entrega seguridad, siendo la red de computadores más segura y con mayor capacidad de cómputo del mundo, superando en más de 1.000 veces al IBM Summit, el computador más potente hasta ahora conocido.

Analicemos los números en torno al supuesto consumo de energía de la red de bitcoin. Acorde al Índice de Consumo de Electricidad de Bitcoin, creado por la Universidad de Cambridge, al momento de escribir esta columna, el consumo de la red de esta criptomoneda representa un 0,52% del total de consumo global (20.863 TWh). Solo como dato curioso, la cantidad de electricidad consumida cada año por dispositivos domésticos que se mantienen siempre enchufados, pero inactivos, solo en los Estados Unidos, podría mantener la red de bitcoin en funcionamiento por casi 2 años, sin embargo por ser aparatos en casa no cuestionamos este consumo y peor aún, lo mantenemos.

Dicho lo anterior, no es correcto comparar el consumo de energía de la red de bitcoin con el consumo de un país completo, ya que el consumo de un país incluye actividades muy amplias que no tienen relación con lo que representa esta criptomoneda, una red descentralizada de dinero electrónico y reserva de valor que permite transferencias sin pasar por intermediarios financieros; lo adecuado es compararlo con el consumo de industrias como la del oro (reserva de valor) y la bancaria (transferencias de valor).

Veamos estas comparaciones: el consumo de energía de la industria del oro alcanza los 265 TWh anuales y 145 toneladas métricas de CO2, mientras que la industria bancaria consume 700 TWh y 400 toneladas métricas de CO2 producido. Bitcoin, en cambio, consume un anualizado de 151 TWh con una huella de carbono cercana a las 80 toneladas métricas de CO2, es decir, que su consumo representa 57% de lo que utiliza la industria del oro y 21,5% de lo que utiliza la industria bancaria. Cambian las perspectivas al compararlos con servicios similares, ¿cierto?

POTENCIAL LATINOAMERICANO

Pero aunque estas comparaciones son favorables, el ecosistema del bitcoin no está tranquilo. Lo demuestra un estudio anual de la Universidad de Cambridge, que arrojó que al menos 60% de los mineros encuestados usa o ha utilizado energías de fuentes renovables, siendo la más común la hidroeléctrica.

El consumo de energía es algo que preocupa a la industria, por ello, la búsqueda de nuevas fuentes de energía se está materializando, siendo el continente americano y, específicamente Latinoamérica, una de las regiones que mayor potencial tiene para desarrollar una nueva fase de la industria de la minería de bitcoin.

Como último dato, el 56% de los mineros de bitcoin utilizan energía sostenible. Así lo pone en evidencia una encuesta efectuada por el Consejo de Minería de Bitcoin de Estados Unidos, del cual participaron de forma voluntaria el 32% del hashrate de bitcoin a nivel mundial. ¿Qué tendría que decir Elon Musk ahora?

Como puedes ver, bitcoin utiliza la energía para darle seguridad a la red, y que así puedas hacer tus operaciones con confianza. Y no dudes de que en los próximos años veremos cómo se utilizará cada vez más energía renovable para su desarrollo industrial, un factor que potenciará su valor. Por todo eso, los posibles inversionistas deberían dar desde ahora un vistazo a lo lejos, y quizás decidirse ahora a comprar.

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